Por este motivo, Fernando Borgo, quién está al frente de la presidencia de la FeCiER (Federación del Citrus de Entre Ríos), afirmó en declaraciones a RADIO CHAJARI que “seguimos transitando una situación compleja porque, como es sabido, desde hace varios años venimos trabajando a pérdida (...) En forma conjunta con otros organismos, buscamos hacer un informe lo más veraz posible. Este informe demostró que son muy ‘crudos’ los números y nos vimos realmente muy sorprendidos. En cierto grado, no creíamos que era tan grave la realidad de la citricultura”.

“A veces no ponemos realmente sobre la balanza los costos que tiene la producción (...) Lamentablemente, entramos en un círculo vicioso ya que se va perdiendo rentabilidad, a la vez que los productores pierden capacidad de inversión para su quinta. Nosotros a veces no nos damos cuenta del deterioro que sufre el sector, dado que se va perdiendo también el capital de trabajo. Por ejemplo, los tractores se deterioran con el paso del tiempo. También sucede que las quintas tienen muchos años, en muchos casos con más de 20 ó 30 años (...) Muchas veces se termina perdiendo también la calidad de la fruta, el rinde y el precio”, precisó Borgo.

En otro tramo, expresó que “la industria es una alternativa para los productores citrícolas. Hay una realidad que indica que muchos citricultores van buscando otras alternativas de producción ya que, desde hace años, la citricultura no les da posibilidades de crecer”.

Más adelante, manifestó que “la realidad indica que se necesita replantar un buen porcentaje de quintas año a año, porque hay un número importante de plantas que se van secando, ó sufren determinados problemas (...) La lógica indica que en realidad, un cinco por ciento de las plantas deben ser repuestas cada año. Esto, en muchos casos, lamentablemente no se está dando”.

Luego agregó que “se está viendo un movimiento un poco más grande en el departamento Federación. En el caso del departamento Concordia, un porcentaje importante de productores mantuvo a su producción, pero es una lucha muy grande”.

En relación a las expectativas relacionadas a las exportaciones, Borgo explicó que “existen algunos ‘mercados nuevos’, tal es el caso de Brasil y Estados Unidos. En la última reunión que tuvimos con el ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile, le expresamos a todos los funcionarios de su área que estamos luchando para ‘buscarle la vuelta’. En el caso de Brasil, una de las certezas es la apertura y, si bien ese país está atravesando algunos problemas económicos, no deja de ser una alternativa”.

“Los países limítrofes están devaluando, pero de todos modos hay varios ‘mercados abiertos’ (...) No queremos ser pesimistas, pero acá hay una realidad, a la que nos escapan otras producciones. Para exportar peras y manzanas, actualmente hay muchas complicaciones también”, acotó.