Productores, industriales y funcionarios bellavistenses relacionados con el área se reunieron la semana pasada convocados por la intendente Nancy Sand con el objetivo de aunar esfuerzos y avanzar en la reactivación de la citricultura en la ciudad.

Bella Vista, conocida desde siempre como la ciudad de la naranja, busca recuperar ese lugar destacado dentro de la producción de cítricos y por ese motivo, productores, técnicos e industriales se reunieron con la jefa comunal para realizar un diagnóstico de la situación actual y, partiendo de esa base, proyectar un plan para reactivar al sector. La idea es presentar ese proyecto ante el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, a cargo de Julián Domínguez.
"El año pasado planteamos nuestra voluntad de reactivar particularmente la producción de naranjas y ahora se nos presenta una oportunidad muy importante ya que el 17 de febrero tengo una audiencia en Buenos Aires con la ingeniera Carla Campos Bilbao, que es secretaria de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar", contó Sand a los citricultores.

Luego, de la mano de los directivos de industrias y técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) y del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti), se realizó un análisis profundo de la realidad que atraviesa el productor citrícola e intercambiaron opiniones. En ese marco, se mencionaron los aspectos favorables y las desventajas que deberían tenerse en cuenta al momento de proyectar una reactivación, según las aspiraciones del Estado municipal.
Así las cosas, se mencionó que "la naranja tiene un 65 por ciento de producción a nivel mundial, mientras que el limón solo supera levemente el 10 por ciento. Si bien hoy en nuestro país existe una inclinación para producir limón debido a las condiciones de mercado y a que otras regiones del país se vieron afectadas por el clima en los últimos años; la naranja puede volver a ser la estrella de la citricultura y muy pocos lugares tienen la tierra que tiene Bella Vista para producirla".
Sin embargo, uno de los productores presentes dijo que una de las desventajas con las que cuenta es la falta de tierra que se genera a partir de la imposibilidad de comprar medianas o grandes parcelas. Eso hizo que las quintas se establecieran fuera del Departamento en los últimos años. En ese punto se discutió el significado de la organización productiva poniendo como ejemplo que en España, donde se registran más 250 mil productores citrícolas, una buena mayoría no posee más de una hectárea promedio.

Fuente: El Litoral - Corrientes