“Cuando el fenómeno se alejó, se pudo constatar que un galpón donde se guardaban las herramientas, construído hace muy poco tiempo, estaba en el piso; quedando esparcidas en su alrededor chapas y paredes. Evaluando los daños, se encontró a más de 30 metros, de su posición inicial, y apoyado junto a un árbol, un acoplado pequeño, que estaba cargado con frutas, lo que da un indicio de la magnitud del desastre”, nos indicó el Sr. Néstor Mover.

 “Recorriendo la zona se pueden apreciar toneladas de frutas cítricas arrancadas y desparramadas en las quintas; dando impresión ver como en una extensión de 80 metros de ancho y varios kilómetros de largo, todo está arrasado, miles de plantas fueron arrancadas de su raíz e infinidad de ellas quebradas en su base, inutilizándolas para la producción”, nos informó el Presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos.

 “Además, para colmo de males, también en otro sector, un fuerte granizo, destruyó muchísima fruta lista para ser cosechada, y otras en plena etapa de crecimiento, lo que afecta a muchísimos productores, que ven este año perdido, debiendo esperar otro más, para poder recuperar su trabajo”; finalizó el dirigente citrícola.

 No solo el sector citrícola fue el afectado, ya que muchas forestaciones corrieron la misma suerte, nos indicaron productores de la zona.