El presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos (FECIER), Ariel Panozzo Galmarello, dijo que conoce casos en Federación de muchos productores muy chicos que abandonan sus quintas porque no tuvieron espaldas financieras para revertir alguna situación adversa como una helada. “Directamente se van a trabajar de peón en alguna otra quinta. Muchos de nuestra zona que se han ido a trabajar para el lado de Corrientes, hoy viene trabajando y creciendo un poco más que nosotros porque tienen la luz mucho más barata y los impuestos más baratos. Tiene varios costos menos”, dijo a DIARIOJUNIO. Algo similar sucedió con el arándano también dado que se perdieron muchas hectáreas productivas en los últimos años.

“En el último censo que hizo la Fecier, en el 2016, ha sido notable la cantidad de hectáreas que viene disminuyendo en el sector citrícola”, dijo.  En Concordia, hace 14 años, en 2004, la cantidad de hectáreas productivas era de 13.977, mientras que en 2016 se registraron apenas 6.891 hectáreas. El crecimiento, en cambio, se hizo evidente en el caso del departamento Federación, con Chajarí como principal polo productivo, donde aumentó de 27.996 hectáreas en 2004 a 29.379 en 2016.

El factor al que Panozzo Galmarello le atribuyó mayor importancia respecto del decrecimiento fue una helada caída en 2012. “Ha repercutido muy fuerte en el sector nuestro”, dijo. A su vez, también mencionó cuestiones climáticas como la lluvia, el granizo y la sequía. Y, entre los económicos, la falta de rentabilidad y de mercados externos. Por ello, los productores fueron dejando las quintas abandonadas. “Muchos se van al sector de la forestación y otros directamente abandonan sus chacras o la alquilan para que las explote otra persona o la dejan abandonadas y se van a trabajar de peón”, indicó.

El responsable de la entidad intermedia reclamó políticas a largo plazo. “Para que crezca panta tenés que esperar siete o diez años y que el factor climático te venga a favor”, señaló. “El productor que abandonó no tiene espaldas para decir: ‘vuelvo a plantar o sostener lo que deje para atrás’. No tenemos, a futuro, visión de que esto siga siendo rentable”, dijo quejándose de las cargas impositivas.

Por otra parte, dijo que los mercados externos son cada vez más exigentes. “Aunque algunos se van abriendo, después la realidad pasa que no podés exportar por diferentes cuestiones. El principal son los costos altísimos para poder producir. Hasta que no nos den una herramienta que diga que a futuro la citricultura se va a sostener y va a ser rentable, cada vez vamos a ser menos”, indicó.    

Por ejemplo, dijo que en una hectárea de citrus se debe invertir $ 150 en cada planta. En una hectárea hay espacio para 420 plantas. O sea, se deben desembolsar $ 63.000. A eso se le debe sumar inversión en riego dado que hoy, el cambio climático que se vive en el planeta, es muy complicado afrontar una actividad sin tener en cuenta ese complemento. El equipo de riego, para una hectárea, vale U$S 320. En total, invertir en una hectárea cuesta $ 79.000.  

Es una inversión cuantiosa sobretodo porque observamos que no se ve, a futuro, que haya mercado sustentable. “Que podamos desembarcar en los mercados que hoy son cada vez más exigentes. Tenemos países como Uruguay, Perú y Chile que vienen creciendo a pasos agigantados con otra tecnología, con innovación y variedades nuevas que nosotros no la estamos teniendo. Si me decís, y yo no plantaría más una planta de cítrico”, confesó.

El titular de la Fecier también se refirió al arándano, otra actividad productiva que sufrió un retroceso importante. “No quiero pecar pero eran muchas hectáreas y hoy son cada vez menos. Y la realidad que uno viene escuchando es que cada año que pasa es cada vez menos. Y hoy vemos que Perú, por ejemplo, viene creciendo a pasos agigantados en las plantaciones de arándanos y con números muy buenos. Es otro país que se ve que tiene otra realidad que nosotros acá en la Argentina no podemos tener”, dijo.  

Asimismo, Panozzo Galmarello reflexionó acerca de la situación del sector productivo en general. “En la provincia de Entre Ríos cuantos tambos han cerrado en estos últimos tiempos y terminan alquilándoles los campos a los grandes sojeros. O sea que la realidad es esa”, indicó.

“Sino cambian las políticas y empezamos a diferenciar que es una economía regional. Yo, para tener un empleado en blanco, estoy en la misma situación que un sojero que tiene os precios en dólares, que ocupan un empleado cada tantas hectáreas cuando nosotros, con menos hectáreas, necesitamos más mano de obra. No podemos estar con la misma legislación laboral con la cantidad de mano de obra que tiene el cítrico a un sojero.  Mientras no se den cuenta los gobernantes que las economías regionales necesitamos otras leyes, otra situación económica, va a ser muy complicado”, mencionó.

Un dato que Panozzo Galmarello no pasó por alto es que las economías regionales son las que dan el 70 % de la mano de obra en el país. “Sino ponemos reglas de juego claras, va a ser cada vez más difícil sostener la citricultura uy todas las economías regionales. hace una semana, en un plenario de Came, estábamos todas las economías regionales del país y realmente la situación que las otras economías regionales, no te digo que tienen el certificado de defunción pero no les está faltando mucho”, señaló.

diario junio