Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) destinará un presupuesto de $1.800 millones a la erradicación de cuatro plagas: la Lobesia botrana o “polilla de la uva”, la carpocapsa o “gusano de la manzana”, la “mosca de la fruta” y el temible HLB, que afecta a los cítricos.

Así lo indicó el titular del organismo fitosanitario, Jorge Dillon, quien consignó que la erradicación definitiva de estas plagas demandará “años de trabajo”. “Pero si somos consecuentes, (al luchar contra ellas) año a año se mejorará la productividad de los cultivos y también mejorará la renta”, sostuvo, al tiempo que agregó: “De ello dependen miles y miles de puestos de trabajo en el Interior y economías regionales enteras del Noreste y también del Noroeste argentino”.

Para el caso de la Lobesia botrana, también conocida como “polilla de la vid”, Dillon dijo que durante el 2017 se destinarían desde la Nación casi $300 millones para “distintas estrategias”, como son “la compra de insecticida y feromonas”.

“Para atacar la Lobesia, en Mendoza y San Juan hay que trabajar varios años y de forma conciente. Hay que hacer un trabajo bien hecho, y allí los gobiernos provinciales y también la Nación harán su esfuerzo”, dijo el funcionario, y consignó que así “año a año se mejorará la productividad y la rentabilidad”.

Con un presupuesto anual que ronda los $1.800 millones, el Senasa dispondrá estos fondos para acciones fitosanitarias también contra plagas como la carpocapsa en Río Negro y Neuquén, la “mosca de los frutos” y el HLB, que infecta a los cítricos.

Consultado sobre la situación que ofrece el HLB o “enfermedad del Dragón Amarillo”, una bacteria que ataca a los cítricos, Dillon aseguró: “En Tucumán por ahora no hay problemas, aunque los tenemos concretamente en Misiones, en Eldorado, y en el límite con Corrientes: allí estamos preocupados”.

“La enfermedad -dijo- avanza sin que nos demos cuenta. La plaga tarda dos años en manifestarse como enfermedad luego de ser infectada la planta (con una bacteria que es transportada por insectos): esto es todo un problema ya que el productor cree tener la planta bien cuando en realidad está enferma”. “Tenemos que hacer un trabajo muy consciente, ya que por la forma que tiene de comportarse la plaga gana terreno, y cuanto antes se erradiquen las plantas en problemas, se disminuye el impacto y la manera en que se establece en el país”.

“Tenemos que tomarla como una hipótesis cierta”, expresó Dillon respecto de la presencia y acciones sanitarias que deben realizarse para erradicar el HLB.