Se estima que un 50% de la citricultura del Dpto. Federación, se vio afectada con distintos grados de daños, encontrándose en evaluación, los perjuicios en el Dpto. Concordia.
Mientras que en algunas quintas se vio afectada la producción de este año, en otras varias, también se verá condicionada la productividad del próximo.



Para un sector que venía con problemas económicos, inundaciones y excesos de lluvias que aquejaron las quintas hasta hace muy poco tiempo, una inminente amenaza fitosanitaria como es el HLB, ahora, esta situación infortunada perjudica aún más a un gran número de productores.



Los daños son visibles y concretos hoy en sus distintos niveles, pero la totalidad de los mismos, se verán en los próximos días cuando hongos y bacterias terminen lo que las piedras y el viento comenzaron la noche del 16 de agosto.

Dentro de las chacras afectadas, se pueden cuantificar daños desde un 30% en las que menos, hasta llegar a un 80% de la producción afectada en las que más.

Las instituciones comienzan de nuevo el largo y tedioso camino de las gestiones para lograr alguna respuesta del estado, que auxilie a los ya descreídos productores (cabe recordar que hay promesas en contingencias pasadas que todavía no han sido saldadas), y que los ayude a sobrepasar este trance.



Esto solo reconfirma que el pedido del sector de la creación de un fondo específico que permita ser utilizado en estas circunstancias y con la celeridad que la situación lo requiere, además de la elaboración de un seguro multiriesgos acorde al mismo, está por demás fundamentado.