Jaime, como es habitual, pintó la situación de la citricultura sin pelos en la lengua. “Esta es la manifestación clara de una situación de crisis y esto muestra el descontrol que existe, en el que el productor trata de sobrevivir en esta realidad. Por supuesto que esta realidad no es justificable desde el punto de vista de un país normal. Si ponemos las cartas sobre la mesa, veremos cual es el verdadero problema de la citricultura, y este problema sin dudas es político. Cuando digo que es un problema político, no me refiero a la política partidaria, sino a políticas de decisión”, precisó Jaime.

Agregó que “este no es un tema fácil de tratar, ya que es muy cuestionado. Si bien es cierto que estamos hablando de un sector completamente desfinanciado, nosotros intentamos proponer formas de salir de ese desfinanciamiento. Para esto se necesitan amparos legislativos y recomponer leyes que son obsoletas, tal es el caso de la ley de emergencia, que debería incorporar el seguro multi riesgos. Hay una nueva ley que propone la CAME (Cámara Argentina de la Mediana Empresa), y que es muy importante ya que apunta a descomprimir acciones impositivas, tributarias, laborales, etc., y que sería muy importante llevar a cabo, como ya está sucediendo en otras provincias. Esto requiere el apoyo necesario por parte del gobierno nacional”.

“Cuando hablamos de desfinanciamiento, nosotros proponemos un fideicomiso en el que hay que negociar con Coca Cola. Justamente ahora nos enteramos que a esta empresa, en Inglaterra, le agregaron un nuevo impuesto millonario, habida cuenta de los problemas de obesidad que causa, entre otros problemas. Esto muestra a las claras que hay políticas que se pueden aplicar, y eso deberíamos hacer en nuestro país”, explicó.

Más adelante, dijo que “el diseño de un crédito para financiar nuevamente al sector citrícola hoy no lo tiene ningún banco. Esto se debe a que este sector necesita de períodos muy largos de financiamiento para generar un beneficio. El problema radica en que hubo cuatro pedidos de audiencia con el ministro de agroindustria de la Nación (Ricardo Buryaille), y todavía no se han obtenido respuestas concretas. No estamos pidiendo nada, sino que estamos proponiendo un modelo de largo plazo para sacar a la citricultura del estado en que está”.

“Con relación al ministro de Producción entrerriano, Carlos Schepens, debo reconocer que siempre nos atiende y nos escucha. Seguimos trabajando, básicamente con quién está al frente de las reuniones citrícolas, me refiero al secretario de comercio Néstor Logio. Con el gobernador Gustavo Bordet coincidimos en un viaje a Sudáfrica hace dos años y hablamos mucho de la citricultura, pero yo quiero separar las responsabilidades de la provincia y de la Nación con respecto a este sector”, afirmó.

“Lo que pretendemos es establecer un precio de referencia, que solamente indicaría los costos de producción con un beneficio racional en el cual el productor puede sentarse a negociar, contando con un valor. Esta metodología de trabajo ya se está aplicando en el sector de la producción de peras y manzanas en la provincia de Río Negro, con la llamada ‘Ley de transparencia’, que permite que se negocie a precios razonables”, sostuvo Jaime.

Exportaciones

En la continuidad de la charla, se mencionó el tema exportación. A propósito de esto, Jaime manifestó que “la exportación tiene sus problemas y los mismos no son necesariamente de mercado, sino de costos y beneficios. Esto sucede porque desconocemos como serán los costos de producción frente al tarifazo eléctrico, además de la problemática europea y el resto del mundo frente a los precios. Veo una situación muy compleja mientras no se resuelvan políticamente las estructuras de la cadena citrícola”.

“No se pueden seguir haciendo las cosas de estas maneras, porque en general no está funcionando. Por tanto, en esto debe tener injerencia el gobierno nacional y, eventualmente, el provincial, de lo contrario seguiremos en esta situación”, dijo.

Luego agregó que “en esto no coincido con la opinión de que la actual gestión de gobierno lleva muy poco tiempo. Yo creo que ya han tenido el tiempo suficiente y sabían con exactitud que las cosas estaban con precios dolarizados, y el resultado de eso fue un gran inflación a partir del mes de diciembre y hasta la actualidad. Desconozco qué harán para frenar la inflación, pero las medidas que tomaron son aquellas que indican que no hay forma de pensar en la famosa ‘herencia recibida’. No estoy de acuerdo en que estos cien días de gobierno de Mauricio Macri es poco tiempo. Evidentemente, la devaluación no sirvió, sobre todo si hablamos de las economías regionales”.

Sin diálogo

“Yo no tengo diálogo con el senador Alfredo De Angeli y en reiteradas oportunidad dije públicamente que me gustaría conversar con él. Pienso que el compromiso de De Angeli con la producción ha sido inmenso en la época en que lo conocíamos como un ‘piquetero’ y cortaba la Ruta 14. Lamentablemente hoy esa relación no existe, al contrario, está generando conflictos internos en la Federación Agraria y en sector citrícola. Esto ocurre porque ha dado un paso al costado. Hoy es senador nacional y podría estar hablando muy bien de la citricultura”, acotó.

Continuando con esto, afirmó que “sigo pensando que cien días son más que suficientes para darle una solución al tema de la citricultura. Veo que en Buenos Aires convocan a todos los diputados y senadores, y estos hablan y confunden a quienes trabajan en los sectores de las economías regionales. Este pedido que hago es válido para el ministro del interior Rogelio Frigerio, que viene mucho a Entre Ríos, sin embargo no habla de la citricultura. Hablemos con claridad: la citricultura está aportando una enorme cantidad de mano de obra a la economía entrerriana. Por favor, digamos las cosas como son. Insisto en que cien días es una cantidad enorme de tiempo, para lo que ha hecho el gobierno nacional”.

Ante la consulta sobre si existió alguna conversación con el senador provincial por el Departamento Federación, Miguel Piana, Jaime dijo que “aún no he hablado con Piana. Entiendo que dos personas elegidas por la gente, como lo son De Angeli y Piana, y quienes conocen la situación económica de la provincia, deberían estar buscando también mantener un diálogo con nosotros. Hasta el momento, nunca han llamado a la Federación del Citrus. Tal vez estarán conversando con productores de la zona, pero conmigo nunca hablaron. Si se diera esa charla, no diré nada diferentes a lo que estoy afirmando ahora. Seguiré sosteniendo el compromiso y la convicción que tenemos. Ellos me podrán decir si estoy o no equivocado. De mi parte no hay agresiones personales, pero pienso que ya ha pasado un tiempo más que suficiente para que ellos se acerquen a hablar con quién está al frente de la FeCiER”, enfatizó.



DTV

En otro orden de cosas, se habló también del Documento de Tránsito Vegetal (DTV), del que tanto se habló últimamente. Con relación a este tema, Julio Jaime explicó que “el famoso ‘DTV’ es complejo. Nosotros le mandamos una carta al ministro de agroindustria, Ricardo Buryaille, con copia al presidente del SeNaSA, Jorge Dillon. En la misma le comunicamos que estamos totalmente de acuerdo con el DTV, pero lo único que le solicitamos es el tiempo necesario para que la gente entienda el tema y se pueda asociar, y ver si realmente puede haber algún tipo de correlación más estrecha con la guía de tránsito vegetal que tiene la provincia. En fin, nadie toma un instrumento nuevo sin antes conocer de que se trata”.

“Se realizó una reunión en el SeNaSA que tuvo poco éxito, ya que se produjeron discusiones y exabruptos fuera de lugar, pero creo que el SeNaSA está generando un espacio de tiempo para que la gente se familiarice con este instrumento que se puede aplicar ya que está publicado en el Boletín Oficial”, expresó.

Invisibilidad

Por último, se refirió a lo que él llama la “invisibilidad de la citricultura”, manifestando que “este sector tiene un espacio en algunos medios del interior gracias a ustedes y a aquellos que le dan importancia al tema. Pero, ¿cómo hacemos para el tema llegue a Buenos Aires?. Lamentablemente, sólo nos escuchamos entre nosotros, pero lo que a mí me interesa es que nos escuche toda la sociedad. No pretendemos llevarnos a la gente por delante, sino contarles de qué se trata la crisis de la citricultura y porque hoy, por ejemplo en Concordia, un kilo de naranjas cuesta en algunos lugares hasta 47 pesos”.