Los otros, por ejemplo quienes se dedican al mercado interno de citrus, no tenían tantos motivos. “Todas las modificaciones que el gobierno actual ha hecho, lo ha hecho para una cadena, para un sector, para el sector de la exportación”, dijo a DIARIOJUNIO esta mañana el presidente de la Fecier (Federación del Citrus de Entre Ríos), Julio Jaime. El referente del sector hizo referencia a la devaluación y la quita de retenciones. “¿Cuando el sector exportador distribuye hacia abajo de la cadena el 40 % de la devaluación más la quita de las retenciones más otras cosas? Y pocas veces. No se transmite todo ese beneficio hacia otras partes de la cadena”, reflexionó. Por ende, una vez más como tantas otras, la teoría neoliberal del derrame de la riqueza, la cual comienza a bajar cuando la copa de acumulación estuviese llena, no funciona.

A 4 días de asumir como presidente, Mauricio Macri anunció una rebaja de cinco puntos para las retenciones a la soja y una eliminación total para las cargas que pesan sobre el trigo, el maíz, la carne, pesca y las economías regionales. "No es el campo o la industria, el campo o el país; es el campo y la industria, el campo y el país. Sin el campo, el país no sale adelante. Yo sé que acá hay un maravilloso espíritu emprendedor", señaló ese día en Pergamino (provincia de Buenos Aires).

Pero las medidas adoptadas sólo apuntan a un extremo de la cadena: los exportadores de commoditties o de productos de las economías regionales. “De no modificarse nada en el resto de la cadena, influye solamente para el sector exportador quien es el que vende y percibe dólares traducidos al cambio oficial”, mencionó.

Jaime diferenció el sector citrícola de otras frutas como las peras y las manzanas que se producen en Mendoza y Río Negro. En esas provincias, el 70 u 80 % de la producción se exporta mientras que en el NEA (Noreste Argentino) en el mejor de los años se vende al exterior el 20 o 22 % y en el peor de los años, como el año pasado, entre el 12 y 14 %. El representante de la entidad intermedia dijo que la otra posibilidad es que el mercado interno se transforme en exportador pero eso implica invertir para cosechar calidad. “Se necesita mucha inversión pero al no tener rentabilidad, eso no lo podés generar”, mencionó.

“¿Cuando el sector exportador distribuye hacia abajo de la cadena el 40 % de la devaluación, más la quita de las retenciones más otras cosas? Y pocas veces. No se transmite todo ese beneficio hacia otras partes de la cadena”, reflexionó.

De la misma forma, Jaime apuntó a la disminución del poder adquisitivo de la gente. “Con menor poder adquisitivo, la gente en vez de comprar tres naranjas, va a comprar una. Entonces estamos más o menos en la misma”, remarcó.

Pero dijo que la excepción podría ser la aparición de otro tipo de medidas, lo que no ha sucedido hasta el momento. “Para el mercado interno el gobierno no ha dictado ninguna norma que solucione su problema básico de rentabilidad”, recalcó. Jaime dijo que era una visión personal y discutible. “Acepto discusiones pero yo las planteo de forma sincera, desapasionada pero con mucha convicción. No veo equilibrio, justicia y equidad en el total de la cadena”, mencionó.

En tal sentido, el titular de la entidad intermedia se preguntó “cómo va a funcionar el mercado interno frente al exorbitante costo productivo que va a haber cuando la mayoría de los insumos que usa el mercado interno van a subir producto de que son importados producto de la variación del dólar”.

“Fungicidas, herbicidas, insecticidas y fertilizantes que tienen componente dólar tienen que tener alguna subvención o devolución”. Además mencionó que un insumo básico como el gasoil no fue subvencionado para el mercado interno. “Influye directamente en el costo de mover fruta a Córdoba, Mendoza o la Patagonia”, recalcó.

“No creo que la rentabilidad se pueda recuperar pensando que el producto final en la góndola o el mercado pueda aumentar un 40 o un 50 %. Eso es un tema de mercado y del poder adquisitivo mermado en la gente”, reiteró.

En la provincia de Buenos Aires, el sector citrícola “no existe”. Por eso, remarcó que les cuesta mucho hacer visible el sector ante las autoridades nacionales. Y se trata de una actividad que reúne a 2.000 productores (el 80 % afincados en esa tierra mediante empresas familiares) en 40.000 hectáreas que generan miles de puestos de trabajo de manera directa e indirecta.

“Ayer sentí que decía alguien del sector de Moyano decía que los trabajadores no han recibido absolutamente nada de este gobierno. Es una realidad eso y nadie puede ser tan obcecado como para no verlo”, dijo. Y comparó esa situación con las medidas que esperan para los productores citrícolas que trabajan el mercado interno. “Uno está esperando las medidas del gobierno nacional para el sector dedicado al mercado interno”, indicó.

Por último, Jaime dijo que no pudieron hablar con el ministro de Producción de Entre Ríos, Carlos Scheppens. Pidieron audiencia pero no tuvieron contestación, Jaime le estoy trascendencia al hecho al señalar que “estarán acomodándose”. “Queríamos decirle lo mismo que estamos diciendo ahora. Con sinceridad y con las cartas arriba de la mesa”, indicó. La intención es generar las condiciones para un cambio profundo de la situación citrícola -apuntado a una reconversión citrícola que modifique los porcentajes de producción destinada a la exportación y al mercado interno- basada en un seguro multirriego y la creación de un Fondo Nacional Citrícola.

“Hemos tenido una charla con él (Scheppens) hace unos días, con el gobernador Bordet pero fue un poco general y no avanzamos más. Ahora queremos avanzar”, indicó. La idea es convertirse en socios estratégicos. “Para ser un socio estratégico tenemos que tener una vinculación estratégica continua de gestión”, indicó.