Unos investigadores de Florida averiguaron que, una vez se ha tratado un árbol con vapor, aumenta la duración de la reducción de patógenos en los árboles. Existen muchas otras enfermedades y aflicciones de los árboles que se pueden tratar con vapor.



Lo bueno de los árboles tratados con vapor es que las bacterias mueren en el árbol. Los psílidos que aterrizan sobre estos árboles tratados con vapor no recogen bacterias de los árboles para propagarlas. El calentamiento de los árboles demostrado comercialmente detiene el greening de los cítricos (Huanglongbing o HLB) en el árbol por encima del suelo, ya que se obtuvieron pruebas de su eficacia cuando el USDA/IFAS probó los principios antes de 2011. Ahora, los productores comerciales que usen un TreeSteamer© pueden estar seguros de que su cultivo será normal incluso para el mercado fresco, ya que es el único método que usa calor para lograr una reducción equivalente de la concentración bacteriana en los árboles infectados con HLB.

El uso del vapor como herramienta de control económica contra el greening es una forma inteligente y responsable de cuidar los huertos de cítricos anualmente y de salvar a la industria cítrica al mismo tiempo que se mantiene el inventario existente de árboles sanos. Los árboles de dos o tres años de edad empiezan a sufrir HLB poco a poco hasta que el huerto de cuatro o cinco años está tan infestado de greening que hay que arrancarlo y empezar de nuevo todo el proceso. No ocurre así con los tratamientos con vapor, ya que estos permiten al árbol seguir creciendo y hoy en día son la única estrategia de control.

Las unidades TreeSteamer© han reducido el coste de los tratamientos con vapor mediante avances tecnológicos como válvulas duales en el tanque de vapor para vaciar el vapor más rápido y cubrir más árboles por hora, cortinas laterales autoelevables para un control eficiente del vapor, un sistema de distribución del vapor con varios puertos cuyo ángulo de trayectoria se puede cambiar para árboles de distintos tamaños y para distintos espaciados, ventiladores de tres velocidades sobre los árboles durante la aplicación del vapor para extenderlo más rápidamente, y un rápido sistema de cubrimiento y descubrimiento de los árboles que permite aplicarlo a dos o más árboles a la vez para reducir los costes del proceso a la mitad o incluso menos.

La compañía visitó los huertos la semana pasada y concluyó que aquellos a los que no se aplicó vapor dieron como resultado más caídas y naranjas más pequeñas, y alrededor de la mitad de naranjas por árbol, con hasta un 15% de pérdidas, aunque algunos perdieron hasta el 45%, solamente de la variedad Hamlin. Los huertos tratados con vapor sufrieron menos de un 4% de caídas de media, con un máximo del 9% en un huerto. Los árboles tratados eran un tercio más grandes y tenían un 30% más de naranjas por árbol.

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