Pero ¿por qué los supermercados venden esos frutos gigantescos? Aquí hay un secreto un poco sucio: los supermercados tienen a los consumidores convencidos de que ‘más grande es mejor’, por lo que sólo compran fruta premium grande. Y animan a los productores a desarrollar variedades de gran tamaño porque las tiendas obtienen precios más elevados para ellos.

Pero un agricultor de California quiere cambiar eso.

David “Mas” Masumoto es agricultor y un conocido autor. Es dueño de una finca orgánica de 32 hectáreas justo al sur de Fresno, en el centro del Valle de San Joaquín, el centro agrícola del estado (California). Mas, también es autoridad en técnicas de agricultura orgánica. En una reciente entrevista en el diario Los Angeles Times, habló de los efectos de la sequía de California en su práctica agrícola:

“Hemos estado experimentando con este método de durazno este año, en el que estamos reduciendo el consumo de agua un 30%, 40%, 50% en algunas áreas selectas de la huerta para ver cómo responde… ¿Puedes producir un melocotón, eficiente con el uso del agua, que igual tenga un intenso sabor? Sí puedes”, respondió al periódico.

Y ahí está: ¡la respuesta a mi pregunta sobre el tamaño y el sabor de las frutas! Los agricultores han regado en exceso su cosecha de frutos (durazno, nectarines, ciruelas) para conseguir esas frutas de primera calidad, de tamaño más grande. Mientras que los frutos consiguen un mayor tamaño, el sabor declina.

Junto con el sabor, el consumo de estas frutas se ha reducido tanto en los últimos 10 años que muchos agricultores grandes en el centro de California han empezado a quitar árboles porque tienen dificultades para hacer dinero vendiendo sus frutos.

Es posible que la razón de que el consumo se haya reducido sea porque el sabor y la calidad comestible del fruto han disminuido, hasta el punto que los consumidores no quieren gastar su dinero en una fruta sin sabor. ¿Por qué comprar frutas que posiblemente no tengan sabor cuando se puede gastar en los apuestas seguras como melones y cítricos? Yo sé que no lo haría.

La sequía en California puede ser la peor en 500 años de acuerdo con un estudio reciente, pero siempre hay un resquicio de esperanza en la adversidad natural. En este caso, la sequía está obligando a los productores de California a utilizar menos agua, lo que involuntariamente resulta en frutos pequeños más sabrosos.

En ese mismo artículo del LA Times, Mas añadió: “Me doy cuenta que todos estos años los he estado bombeando con fertilizante y agua para tratar que sean artificialmente grandes. Así que reducimos el agua. Son pequeños este año, pero Dios ¡el sabor es genial! Es fantástico, es probablemente el más intenso que he tenido”.

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