La jornada ya habia comenzado tensa. En horas de la mañana, productores, empacadores y transportistas se habían reunido, primero, en la Asociacion de Citricultores de Villa del Rosario, y luego en la de Chajarí. La postura parecía casi inflexible: en horas de la tarde, se levante o no el corte de los trabajadores de la fruta, los camiones iban a pasar si o si, con el riesgo que implicaba esto en un clima ya caldeado desde hacia varios días. La expectativa estaba depositada en lo que pudiera derivar de la reunión que entre la patronal y el sindicato en Concordia, en un cónclave que comenzaba a las 3 y media de la tarde y que se convertiría luego, según el testimonio recogido por DIARIO JUNIO de algunos de los que participaron “en una de las negociaciones mas complicadas de los últimos años”.

El peor de los posibles escenarios marcaba un conflicto paritario irresoluto y un avance intempestivo de camiones sobre la rotonda de Chajarí, ante vaya uno a saber que reacción por parte de los trabajadores citrícolas, firmes en su postura de no dejar pasar camiones con producción de la zona. Ya desde el lunes habían tomado esa determinación de impedir el paso de la fruta, instalándose no solo en la rotonda principal, sino en los otros cinco ingresos/egresos que tiene Chajari, única salida para la producción de esa ciudad, pero también de Villa del Rosario, Santa Ana y parte de las colonias. Y ya en ese contexto las situaciones de tensión se comenzaron a dar, cuando en la madrugada del martes, trabajadores que hacían vigilia en la zona de Avenida 25 de Mayo y la Autovia 14 impidiendo el paso de camiones con fruta, escucharon muy cerca de ellos, el resonar de dos disparos de arma de fuego.

Poco antes de las cuatro de la tarde, la cantidad de camiones apostados a la vera de la Ruta 3 Hermanas, que circunvala Chajarí, pintaban un paisaje pocas veces visto en la zona. Era casi un centenar de vehículos pesados, con acoplados la gran mayoría, cargados con fruta hasta el tope.

Poco mas de cuatro kilómetros de fila de camiones y un numero importante de camionetas. Mientras tanto, en Concordia, hasta el mismísimo Ministro Schunk tuvo que marcar presencia en la negociación salarial, que venia muy difícil, de acuerdo a lo que los productores apostados sobre la “3 hermanas” –en contacto directo con quienes estaban en la capital del citrus- le iban describiendo a este diario.

La discusión entre los representantes del sindicato local y los agremiados fue, quizás, el punto más álgido de la tarde. Algunos, principalmente los delegados de las tres firmas exportadoras de Chajarí, se resistían a aceptar la propuesta de la patronal y levantar la medida de fuerza. En ese contexto, no pasaron por alto los pases de factura entre los trabajadores mismos, que se recriminaban unos a otros y a los ausentes, por no haber acompañado a los que por casi tres días se quedaron en prácticamente de forma permanente en la rotonda de acceso a la ciudad. Según Acosta, de toda la masa de trabajadores que hicieron paro durante la semana, “solo el 30% vino a acompañar acá a la rotonda”.

Finalmente, primó la postura que traería un poco de calma a una jornada cargada de tensiones. Y aunque los delegados de los empaques manifestaron aceptar la propuesta de la patronal “en disconformidad”, se decidió levantar la medida y dejar pasar. “Hemos logrado pasar de la nada (en cuanto a aumento salarial) a un 20%”, insistió Acosta en reiteradas oportunidades.

“Y esto lo han logrado ustedes acá, como nunca antes lo habían hecho los trabajadores de la fruta”, remarcaba. Poco después de las 6, una fila interminable de camiones, salía a la autovía Artigas. Vale aclarar que las negociaciones paritarias continúan este viernes, día en que nuevamente, los trabajadores citrícolas estarían concentrándose en la rotonda.

El panorama se completó cerca de las 7 de la tarde, cuando el titular del Sindicato, Alcides Camejo, y el mismísimo Ministro de Producción de la provincia, Roberto Schunk, se hicieron presentes –junto a otros dirigentes o empresarios citrícolas- en la rotonda. De esta presencia, se puede sacar en claro algunas cosas: el sector citrícola aceptará el subsidio de 30 millones de pesos ofrecido por el gobierno nacional y los distribuirá una parte para los trabajadores, una parte para la obra social, 10 millones para la Cámara de Exportadores y 10 millones para la FECIER, dinero que podría destinarse, probablemente parte de él, en terminar la fábrica de jugos de Villa del Rosario, aunque Schunk deslizo que ya habrían unos 4 millones de pesos (aparte) para esa obra.