“Ya no queremos cuentos; los ánimos están caldeados y la gente se enerva cada vez más”. El dirigente no descartó que la asamblea decida cortar la ruta.

Los citricultores visibilizan su bronca arrojando los frutos a la vera del camino. Foto: Fecier
Los citricultores visibilizan su bronca arrojando los frutos a la vera del camino. Foto: Fecier
En diálogo con esta Agencia, el productor señaló que a la protesta que comenzó el miércoles, “hoy se sumó mucha gente más, y a medida que pasan las horas, crece el número de productores. Este mediodía estuvo el ministro de la Producción, Roberto Schunk, y nos dijo lo mismo que ayer, que están trabajando para solucionar el problema. Pero le hicimos saber que la gente se cansó de cuentos y quiere respuestas inmediatas para evitar que se profundice más la crítica situación que atraviesa el sector”.

Además, explicó que “los ánimos están caldeados; la situación está muy complicada y cada vez hay más gente. Hoy se tiró muchísima fruta, y también regalamos a los automovilistas que circulan por el lugar, pero además le advertimos a Schunk que hasta que no se solucione el problema, no nos vamos a mover de la ruta. Ya estamos jugados y no hay marcha atrás, porque no podemos seguir perdiendo plata; o solucionamos ahora, o que se vaya todo al diablo”, amenazó.

En la ruta
Grigolatto graficó bien la situación: “la gente está cansada de tanto manoseo y por eso esta reacción. Nos quedaremos aquí en la ruta, y mañana (por el sábado) tendremos que tirar más fruta y repartir a la gente que pase por aquí, para visibilizar nuestro reclamo”.

En el reparto que hicieron a los automovilistas, hubo sorpresa en la gente. Una mujer que venía desde Buenos Aires le hizo saber Grigolatto que había pagado un kilo de naranjas a…¡20 pesos!. “Le dije: ‘señora, a nosotros nos pagan 30 o 40 centavos el kilo’ y la mujer no podía creerlo. Aquí tenemos como 30 bines de mandarinas que mañana repartiremos entre los que pasen”.

Firmes, como rulo de estatua
Grigolatto anticipó a AIM que no se moverán de la ruta hasta que no haya soluciones. “La gente es cada vez más, está cansada, y los ánimos están bien caldeados. Se está logrando lo que queríamos, que es unir al productor citrícola con la misma voluntad, porque este problema nos concierne a todos. Con seguridad, la lucha se profundizará; por ahora no estamos cortando la ruta, pero si la asamblea decide otra cosa porque no llegan las soluciones, las medidas se profundizarán”, vaticinó.