El Alto Valle de Río Negro y Neuquén es la principal zona productiva de la Patagonia: sobre más de 45.000 hectáreas irrigadas se alzan los árboles frutales que convierten a la Argentina en uno de los grandes exportadores de peras y manzanas del mundo. 
ero el negocio no es rentable para todos y en los últimos años muchos productores han debido abandonar la actividad y arrancan de cuajo sus montes frutales, para dedicarlos a otra cosa.

Un equipo de Clarín recorrió este valle y recogió postales de esta lenta y silenciosa agonía, que pone en peligro no solo a un sector productivo sino uno de los ecosistemas más bellos del país.

Primera nota: Crisis en el valle más fértil del país, con chacras abandonadas

En el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, las tierras con manzanas y peras son derivadas hacia otros negocios.

Segunda nota: Para no perder plata, podrían no cosechar peras y manzanas

La fruta en el Alto Valle todavía no tiene un precio definido. Y no descartan que se eche a perder parte de la producción. Reclaman al Gobierno medidas de urgencia.