Dada la presencia de nubes grises en los cielos del norte del Perú durante la mañana uno podría pensar que la lluvia se hará presente, pero de seguro no será así. Las nubes darán paso a un sol abrasador que suele cubrir las llanuras pedregosas raídas de arbustos, la suciedad que flota en el aire, las capuchas de los moto-taxis y una dispersión de casas en construcción.

Los lugareños no están acostumbrados a tener mucha agua en Olmos, pero su región ahora tiene un complejo sistema de presas, canales y tuberías de canalización de agua del Amazonas para las pequeñas explotaciones agrícolas y extensiones de tierra sin utilizar. Si tiene éxito, esta red podría ampliarse y allanar el camino para desarrollos similares en todo el país.

“Creo que es muy necesario”, dijo María, una mujer de edad avanzada que vive en el llano, sobre los cambios que la empresa brasileña Odebrecht ha traído a través del Proyecto de Irrigación Olmos.

Sus hijos habían dejado la zona rural en busca de mejores oportunidades en Lima (Perú) y Buenos Aires (Argentina), pero ella cree que el proyecto ahora dará nueva vida a la economía regional y su población joven.

“La cantidad de agua había estado en declive desde hace mucho tiempo”, aseveró.

Con US$350 millones invertidos en el proyecto que funciona con un túnel a través de los Andes y más de US$280 millones invertidos en el elemento agrícola, el nombre Odebrecht resuena en la mayoría de las personas cercanas a la ciudad de Chiclayo, donde los funcionarios del aeropuerto tienen una relación más cercana con los representantes de la empresa.

Esto no es ninguna sorpresa teniendo en cuenta las implicaciones de la iniciativa que incluyen la activación de 38.500 hectáreas de nuevas tierras agrícolas que podrían crear 40.000 puestos de trabajo directos, complementados con 5.500 hectáreas para los pequeños productores locales de Olmos.

“El lecho del Río Olmos estaba seco y la población no se había acostumbrado a tener agua, pero hoy gracias a este proyecto que transfiere agua desde el Río Huancabamba, cruzando las montañas a través del túnel Transandino, este cauce natural está fluyendo”, dijo el gerente comercial de ventas de Odebrecht Infrastructure, Juan Carlos Urteaga, agregando que el proyecto acarrea cerca del 45% de los recursos hídricos de Huancamba.

“Estamos a cargo del sistema de riego, pero para aquellos cultivadores minifundistas el Gobierno regional está viendo cómo hacer las inversiones menores para proporcionar agua a cada productor”, aseveró.

El agua desviada se almacena primero en la presa Limón de 44 hectómetros cúbicos antes de pasar por el túnel de 20 kilómetros [km], donde entonces fluye a través de un barranco para llegar al Río Olmos. A partir de ahí pasa a través de una serie de embalses y cuencas con sistemas de filtración para asegurar que el agua sea de alta calidad para la agricultura.

“El embalse Palo Verde tiene una capacidad de un millón de metros cúbicos como área de almacenamiento de regulación, y aquí es donde los dos gasoductos comienzan a entregar el agua a cada uno de los 51 lotes de tierra nueva”, dijo el representante de servicios comerciales, José Manuel Lecaros.

“En los tubos reforzados con vidrio (GRP) el diámetro se reduce a medida que avanza por la línea de suministro de agua, a fin de no perder presión. Se inicia con un diámetro de 2,3 metros y termina con 60cm. Estamos hablando de cerca de 45 km de tuberías instaladas”, añadió.

Del monto total ofrecido inicialmente sólo 5.250 hectáreas permanecen a la venta, a través de seis lotes individuales de los cuales uno cubre 250 hectáreas a un precio de US$8,500 por hectárea, y cinco lotes de 1.000 hectáreas a la venta por US$7.500 por hectárea.

Además de una amplia gama de productores de frutas y verduras locales, incluyendo el Complejo Agroindustrial Beta, Danper y AQP, también se han incorporado inversores internacionales como Ingleby Farms de Dinamarca, mientras que Grupo Arato ha plantado aguacates que estarán listos para su cosecha en 2016 y que abastecerán a la multinacional Mission Produce.

Urteaga añadió que Grupo Gloria tenía la mayor cantidad de tierra en el proyecto, cultivando caña de azúcar para su procesamiento en una plantación que ayudaría a reducir la dependencia de Perú sobre las importaciones de azúcar.

Testimonio de los usuarios

Otra empresa que se ha involucrado en el proyecto es la entidad de EE.UU., Agrovision, a través de su filial peruana.

“Como grupo, la empresa ya cuenta con producción en la zona exterior del proyecto, y lo vimos como una buena oportunidad de involucrarnos en el proyecto Olmos”, dijo el gerente de la finca, Renato Nagaro.

“Tenemos el problema del suministro de agua, que es esencial, y sumando la infraestructura que viene con esto como carreteras y energía, esto complementa una situación ideal para el desarrollo de un negocio agrícola con buen clima y suelos favorables”, detalló.

“En otras palabras, podríamos decir que es un ‘condominio agrícola’. Todos los servicios están a la mano y garantizados, lo que no ocurre en otras áreas donde tienes que construir pozos o el agua disponible es limitada y el acceso a la energía es a veces complicado si tenemos en cuenta la inversión de llevarla a los campos”, añadió.

La compañía recientemente comenzó a plantar uvas y ha licenciado algunas variedades de arándanos estadounidenses patentadas para un ensayo en 30 hectáreas de tierra.

“Lo que es seguro es que las uvas ya están plantadas y no se necesita mucho más análisis; simplemente es sobre ajustar la zona final y elegir las variedades”, comentó, añadiendo que la primera cosecha estará lista en 13 meses.

“También tenemos una pequeña cantidad de arándanos para ver cómo va la cosecha en la zona, y si es positivo desarrollaremos más en esa zona. Otros ensayos de la zona están en dos o tres hectáreas cada uno, pero tenemos 30”, detalló.

“Los cultivos que se desarrollan aquí para el mediano y largo plazo son cultivos permanentes, y en entretanto haremos cultivos rotativos como la quinua, algodón y pimientos”, aseveró.

Nagaro dijo que los mercados de destino incluyen EE.UU., Europa, Asia y Rusia.

Como la mayoría de las empresas que participan en el proyecto, la cosecha de Nagaro se exportará desde el Puerto de Paita a 200 kilómetros de distancia, mientras Lecaros añadió que el noroeste de Brasil puede ser una opción para el desarrollo del mercado una vez que el Puerto de Yurimaguas se desarrolle en el Amazonas.

El gran reto ahora será el acceso a la mano de obra, pero como parte de la iniciativa, el gobierno se ha encargado de desarrollar una ciudad adyacente para los trabajadores locales.

“Creo que será interesante con algunos momentos complicados. Hemos formado una asociación de titulares de la propiedad para que de alguna manera podamos coordinar y establecer algunas reuniones, pero la competencia por el trabajo será significativa”, indicó Nagaro.

“A nivel de asociación, hemos tenido reuniones con el Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Trabajo. Ha habido muchas conversaciones y relaciones con el gobierno”, detalló.

“Tienen que apoyar el asunto ya que las empresas privadas no pueden hacerlo solos. También está prevista la creación de una nueva ciudad que debería aliviar la demanda de mano de obra en la zona”, destacó.

¿Puede Olmos establecer un estándar para el resto de Perú?

Mientras Urteaga y Lecaros se centran en la venta de las tierras restantes a los usuarios agrícolas, la visión a largo plazo es mucho mayor.

“Está previsto ampliar este proyecto a 110.000 hectáreas, lo que es parte de la concesión. Para eso tendríamos que construir nuevos canales de riego para las siguientes tierras, en la próxima etapa de Olmos”, dijo Urteaga.

“Utilizaría la misma presa Limón, pero lo que tiene que ser construido es un nuevo sistema de riego con canales más independientes y para eso tienes que transferir de otros ríos utilizando la presa Limón”, detalló.

“Esto dependerá del tiempo y el éxito de este proyecto. Nuestro interés no está sólo en la venta de tierras, sino que vamos a permanecer como concesionaria durante 23 años, acompañando a nuestros usuarios y estando a cargo de la infraestructura para el mantenimiento y operación”, agregó.

Urteaga señaló que si Olmos tiene éxito, Odebrecht espera replicar el proyecto en otras partes de Perú, ya sea en Ica, Arequipa o en otro lugar.

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