Pese a las innumerables gestiones realizadas en los ámbitos competentes (Ministerio de Seguridad de la Nación, Autoridades del Mercado Central, Autoridades Provinciales, etc.), no cesan los ataques, cada día, en el mismo Mercado Central y sus alrededores.

Los productores, transportistas, empacadores, puesteros del mercado, sienten mucho temor, no solo por ellos, sino también por sus familias, lo que los está obligando, a tomar la decisión, de abandonar en principio los puestos en Buenos Aires, y de persistir esta ola de robos y secuestros, la actividad; ya que, de que vale romperse el alma en sus chacras, si lo poco que puedan obtener, de su trabajo, va a manos de delincuentes.

Es una locura que pocos, puedan con muchos, sembrando el terror y la angustia, de salir a trabajar y no saber si se vuelve a su casa.
Solo pedimos, que el Estado se haga cargo de lo que le corresponde, “bregar por la seguridad de los Argentinos”, solo eso; creemos no es demasiado.

Dante J. Grigolatto
Presidente