En la investigación –publicada en la revista Nature Biotechnology- participaron científicos de EE.UU., Francia, Italia, España y Brasil, quienes son parte de un proyecto de 10 años que busca secuenciar y entender los genomas de los cítricos.

“Este es un resultado que se persigue desde hace varios años por toda la comunidad internacional que trabaja en la investigación con los cítricos. Se trata de un hito en la historia de la investigación en cítricos”, señaló Marcos Antonio Machado, investigador del Instituto Agronómico (IAC) de Brasil que participa en la investigación, en una nota de prensa emitida por el IAC.

Los científicos analizaron y compararon las secuencias del genoma de naranjas dulces y ácidas, junto a otras variedades importantes de mandarinas y pomelos.

Por medio de la comprensión de las relaciones entre las diversas especies cultivadas, las que contaban con una “diversidad genética muy estrecha”, los investigadores esperan poder activar las modificaciones genéticas y la reproducción tradicional, lo que podría dar lugar a cultivos más resistentes a enfermedades y al estrés ambiental, así como fruta con mejor sabor.

Fred Gmitter, miembro de Instituto de Alimentos y Ciencias Agrícolas de la Universidad de Florida en EE.UU (UF), quien trabajó junto a los científicos, señaló que el cítrico tiene genes incestuosos, donde “nada es puro”.

“Ahora que entendemos la estructura genética de la naranja dulce, por ejemplo, podemos imaginar reproducir la domesticación temprana de cítricos usando técnicas modernas de breeding que podrían aparecer de una amplia gama de variaciones naturales y resistencia”, comentó en un comunicado de la UF.

Cabe recordar que los cítricos son uno de los cultivos de fruta más cultivados en el mundo. Los árboles nuevos se producen casi siempre por injerto. Esto genera árboles que dan frutos más rápido, genéticamente idénticos, uniformes y de alta calidad. Pero, debido a esa uniformidad, si un árbol es susceptible a una enfermedad, todos lo son.

La investigación –que se desarrolla desde enero de 2009- ha permitido comprender la estructura genética de las naranjas, mandarinas y pomelos. A partir de ahora, es posible reproducir las fases iniciales de la domesticación, hasta ahora desconocidas, a través del uso de técnicas modernas de mejoramiento y permitir el desarrollo de nuevas variedades.

“La expectativa es que tengamos una mejor comprensión de los procesos que conducen al HLB y consigamos controlarlo. Pero todavía no tenemos nada ‘concreto’ para mañana. El genoma es, en última instancia, información y sólo tiene valor si se puede usar” comentó Machado, en una investigación que abre la puerta a otros estudios.

Datos

El cítrico fue domesticado por primera vez en el sudeste de Asia hace miles de años antes de propagarse a lo largo de Asia, Europa y las Américas a través del comercio.

Citrus máxima, una de las dos especies silvestres, dio lugar a los pomelos que cultivamos hoy en día. Por su parte, la mandarina es un mezcla genética entre Citrus reticulata y el pomelo.

En el caso de la naranja dulce, esta es un híbrido complejo, con piezas de los genomas de la mandarina y el pomelo, mientras que la naranja amarga, de uso común en la mermelada, es un híbrido simple entre las dos especies ancestrales.

www.portalfruticola.comal de científicos analizó la secuencia genética de 10 variedades de cítricos, investigación cuyos hallazgos podrían ayudar a la industria citrícola a encontrar y utilizar genes para la resistencia al greening, así como para otras enfermedades.