En una quinta ubicada en Colonia San Pedro, a pocos kilómetros de Villa del Rosario, se encuentran en plena recolección de las variedades más tempranas de mandarinas, mientras que “en algunas zonas, un poco más adelantadas, se empezó a recolectar la mandarina criolla que es comercializada en el mercado interno. Se está haciendo algo de naranja Salustiana y de ombligo. Quienes hacen exportación están empezando con nuevas variedades de mandarinas, al ser las primeras que se sacan para exportar, pero el clima no está ayudando, ya que la planta necesita que este seca para cosechar, lo que complica el avance de recolección” comentó Dante Grigolatto, citricultor y actual presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos (FECIER).

La citricultura en la región está centrada en la comercialización de productos frescos, tanto en el mercado interno como en el externo. Por estos días, la mayor parte de las variedades que se están recolectando se destinan al mercado externo, principalmente “la Unión Europea, incorporándose al mercado Rusia y Filipinas. Espero que el tiempo nos acompañe, ya que el año pasado no se tuvo un buen año para la exportación”.

Sobre la actual campaña puntualizó que no ha sido buena, “debido a serios problemas para exportar naranja”, los cuales son causados por la perdida de competitividad, es decir los costos de los productores no cierran frente a los competidores directos (Sudáfrica).

En este sentido, Grigolatto recordó las heladas experimentadas hace dos años atrás que provocaron una situación de desastre en el sector citricola, dejando secuelas en la producción hasta la actualidad. “Al sector no le lleva menos de ocho años recuperarse de este tipo de situaciones, incluso si uno observa hoy las plantas de esta quinta se encuentran mucho más pequeñas al haber sido dañadas e incluso muchas se secaron. Cabe recordar que la planta cítrica entra en producción en un período no menor a siete u ocho años, por lo que se seguirá sintiendo la merma de producción, a pesar de que estamos acostumbrados a los embates del clima”.

Según Grigolatto, “el citricultor se ha recuperado innumerable veces de heladas, lluvias, granizo, sequía, entre otros; es lo que sabemos hacer y seguimos apostando a la producción. Obviamente hay productores que quedan en el camino y es una lastima, porque es sorprendente lo que la citricultura entrerriana genera tanto por la producción como por el empleo de la zona, y es esto lo que uno defiende”.

La necesidad de generalizar un seguro multiriesgo sería una herramienta que beneficiaria al sector citricola. “Hace mucho tiempo escuchamos de la propia voz de la Presidente que un seguro multiriesgo permitiría solucionar los problemas, no solo de la citricultura sino que además de numerosas economías regionales que producen a cielo abierto. Realmente el clima está complicando a toda la producción, puntualmente en nuestro caso se ha recibido embates de todas clase, como heladas, granizos, etcétera. Si podríamos solucionar este problema, seria muy beneficioso, ya que los números están muy delgados y el productor no tiene los recursos para volver a invertir” señaló.

Según Grigolatto, el trabajo que viene realizando actualmente el sector debe afianzarse, para reforzar las estrategias de control del HLB, ya que se evidencia que si no se realiza una estrategia para controlar los efectos de la enfermedad, la situación se complicaría. “Si bien hay muchos productores que están trabajando dentro del marco de la ley, cuidando a la citricultura, todavía hay un grupo de viveristas que no han acatado esta resolución emitida por el Senasa y que hoy es una ley de prevención de HLB” explicó el citricultor. A su vez, agregó que la enfermedad está afectando a todo el mundo, “cada día avanza más y más, en Paraguay se enfrenta una situación muy complicada, con numerosas hectáreas infectadas de HLB; también Brasil se encuentra muy complicado. Nosotros todavía no tenemos este problema, pero pareciera que estamos esperando que la enfermedad ingrese a nuestro país al no hacer las cosas que deberíamos hacer. Queremos que se haga cumplir la ley”.

Con una mirada en el destino de la producción cítrica
Argentina es uno de los principales productores de citrus del mundo. En Entre Ríos, se localiza en la franja de suelos arenosos existente sobre la margen occidental del Río Uruguay, siendo Federación el departamento que supera a Concordia en cantidad de hectáreas implantadas y en número de productores.

El titular de la FECIER comentó que una de las características de este sector productivo dentro del departamento Federación es la presencia de numerosos productores, en su mayoría pequeños, que cuentan con una planta de empaque. “Muchos productores están tratando de producir su fruta, empacarla y trasladarla lo más directo posible al consumidor, siendo la única manera de poder sobrevivir en el sector. En los departamentos de Federación y Concordia, el 80% de los productores son pequeños y medianos que producen en un área entre las 10 y 40 hectáreas”.

En Colonia Sánchez Sauce, a la vera de la vieja Ruta 14, se encuentra la planta de empaque que, según explica el citricultor, la posibilidad de tenerla “es una de las alternativas que tiene el sector para paliar los momentos difíciles, cuando la rentabilidad se pone en juego. La planta es una de las formas que uno tiene al momento de la cosecha, llevar su producción al pequeño empaque, y no a grandes empresas. Realmente, son estas pequeñas empresas familiares las que hoy nos están empujando hacia adelante con nuestra producción, ya que estamos en tiempos difíciles”.

En cuanto al proceso de la producción de la quinta hacia la planta de empaque, el Grigolatto explicó que la fruta es trasladada hacia un pequeño empaque “donde se realiza el proceso de selección, se hace extrae las impurezas que vienen desde la chacra, lavado, enserado y luego un secado; quedando lista para ser cargada en un camión hacia los diferentes mercados, por ende para llegar al consumidor”.

En la planta empaquetadora, se observa la clasificación de pomelo, un fruto inusual en suelos entrerrianos. “Se procesó un poco de pomelo rojo, la cual no es en gran cantidad la producción pero siempre está en nuestra zona” dijo. En Entre Ríos predominan las plantaciones de mandarina y naranja, mientras que el pomelo y el limón tienen una participación poco significativa.

Acerca del principal destino de la fruta cítrica de la provincia, Grigolatto señaló que “el 70% de las producción se comercializa en el Mercado Central, en provincia de Buenos Aires, mientras que el restante en diferentes mercados de la provincia y otros provincias argentinas. En un día de cosecha, en menos de 48 horas, el consumidor tiene el producto en su casa, es decir frutas frescas que llegan en muy buen estado al consumidor”. Y añadió: “Aquella fruta que se descarta por alguna imperfección o daño de cualquier índole es descartada y se envía a las diferentes fabricas que funcionan en el departamento Concordia”.


De la redacción de Campo en Acción