Lavaggi hizo hincapié en los avances relacionados con el área citrícola y puntualizó que “cuando empezamos este programa, a principios de 2003, teníamos inscriptos y registrados para el mercado interno 20 establecimientos de empaque solamente”. Sin embargo, a partir de una serie de medidas, como controles en ruta, barreras fitosanitarias regionales, y también merced a una tarea de difusión en las ciudades de Federación, Villa del Rosario, Chajarí y Concordia, para explicar lo que pensábamos hacer y no tomar medidas sin avisar previamente, conseguimos que a fin de año se inscribieran 430 establecimientos de empaques citrícolas en Entre Ríos”. La inscripción implica que un funcionario del Senasa puede verificar las condiciones higiénico-sanitarias en las que opera el establecimiento. “A partir de que lo tenemos identificado empezamos a trabajar en un proceso de mejora continua”, explicó Lavaggi, quien consideró fundamental “la participación que tuvieron las entidades citrícolas, que apoyaron el sistema en todo momento y también colaboraron permanentemente en la inscripción de los establecimientos en el registro correspondiente”. El sector frutihortícola es muy dinámico, existen más de 100 especies distribuidas en todo el país: hay frutihorticultura y horticultura desde Jujuy hasta Ushuaia. En consecuencia, la estructura del Senasa es insuficiente. En función de ello, Lavaggi informó que “hemos firmado un convenio con la provincia de Entre Ríos, y estamos tratando de hacer lo mismo con los municipios, para llevar adelante los controles en lugares específicos. Todos los mercados mayoristas y depósitos de frutas y hortalizas se tienen que inscribir en el registro, a partir de ese momento nosotros vamos a iniciar controles y acciones de fiscalización en esos ámbitos para que las exigencias que estamos solicitando las verifiquemos en esos lugares, y en la medida en que nosotros exijamos, eso se traslade al sector productivo”, comentó Lavaggi. Se trata en definitiva de lo que se denomina hoy a nivel de marketing “desarrollo de proveedores”. El objetivo primordial del Sistema de Control es eliminar el doble estándar de comercialización. “Puede existir un doble estándar en lo que respecta a calidad comercial pero nosotros estamos haciendo un fuerte hincapié en todo lo que se refiere a condiciones sanitarias. Todos los consumidores tienen derecho consumir productos aptos. Esa es la gran demanda a nivel internacional y lo debe ser a nivel nacional. El objetivo y el foco del programa es brindar seguridad en ese sentido”, resaltó Lavaggi. Cuando se empezó a trabajar con este sistema, hace más de un año, se hizo un diagnóstico de situación que incluyó la realización de visitas a todos los mercados mayoristas que operan en el conurbano bonaerense y que reciben productos de todo el país. En esa oportunidad “detectamos que más del 60% de los productos carecían del rotulado y verificación correspondientes. Esto es fundamental porque nosotros necesitamos identificar quién es el productor y quién el empacador, el consumidor tiene todo el derecho a saber quién es el responsable de ese producto. En esa tarea estamos embarcados”, finalizó. Fuente: FeCiER