Una iniciativa de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) que propone aumentar los impuestos internos a las gaseosas cola y, a su vez, reducir la alícuota para los jugos naturales, despertó el apoyo y la aprobación de la industria vitivinícola, que también se vería beneficiada.

El proyecto recién se encuentra en etapa de evaluación pero, en caso de concretarse, equilibraría la balanza de la competencia en el mercado argentino. Si bien las bebidas vínicas no pagan impuesto interno, sus costos son mucho más altos que para algunos de sus productos sustitutos como la gaseosa.

La propuesta de la CAME fue entregada al diputado Roberto Feletti, titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, quien prometió tratar el tema dentro de la comisión, según informó el diario El Cronista.

Actualmente, las bebidas colas deben pagar una alícuota del 8%, mientras que el resto de las bebidas sin alcohol abonan un 7%. La intención de la entidad es favorecer a los productores de jugos naturales, reduciendo el impuesto al 3% y elevando el impuesto para las gaseosas colas al 28% y para los energizantes al 32%.

La industria local, a favor

Consultados sobre el posible aumento del impuesto interno a las gaseosas cola, referentes de la vitivinicultura mendocina aprobaron el concepto en forma unánime y repasaron una serie de reclamos hacia el Gobierno que “darían un respiro” a la industria.

Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, comentó que “si se da una respuesta favorable al pedido de la CAME, el vino recuperaría competitividad frente a las gaseosas, siempre y cuando éstas tomen la decisión de subir los precios”.

“Los productores de bebidas artificiales utilizan muy poca mano de obra, por lo que sus costos son muy bajos y su margen de rentabilidad muy alto. En caso de pagar un impuesto interno del 28% habría que ver si deciden trasladarlo al precio o no. Creo que tienen margen para absorberlo”, explicó el gerente de Bodegas de Argentina.

Por su parte, Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA), aprobó la incitativa de la CAME y la definió como “razonable”. Para el profesional, el apoyo a las economías regionales, como el juego natural y el vino frente a las gaseosas, es “la política correcta que debe implementarse”.

Se mostró de acuerdo Javier Palau, presidente del Centro de Bodegueros y Viñateros del Este, quien recordó que la vitivinicultura ya había elevado un pedido similar al Gobierno. Además, remarcó otros reclamos que por el momento no han tenido respuesta.

“Apoyamos al proyecto de la CAME, pero es importante que el Gobierno nos apoye con otro tipo de medidas económicas para que la vitivinicultura pueda mejorar su rentabilidad”, señaló

Entre otras iniciativas acercadas por la industria del vino, se destaca también el planteo de eximir del pago de los Ingresos Brutos a aquellas bodegas que fraccionen vino turista. Claro está, el beneficio se reduciría únicamente a las ganancias obtenidas por ese producto. Al igual que la anterior, esta opción tampoco ha sido aprobada por las autoridades.

Siempre buscando mejorar su competitividad, la industria vitivinícola también propuso quitar el impuesto a los Ingresos Brutos al granel, pero la respuesta fue otra vez negativa.

“Si no nos otorgan beneficios en Mendoza, menos podemos esperar a nivel nacional”, protestó Javier Palau.

Cabe recordar que también a nivel exportación se están elevando reclamos para mejorar la competitividad.

Sirve de ejemplo la solicitud de eliminar las retenciones a la exportación.
Por el momento, el pedido de la CAME no pasa de ser un proyecto, pero su aprobación podría ser el punta pie inicial para que la vitivinicultura recupere el terreno perdido en el mercado interno.

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