La enfermedad apareció por primera vez en Brasil en 2004 y acabó con millones de plantas de cítricos en São Paulo. Ahora los investigadores estudian una forma más natural para combatir la plaga.

“Sin lugar a dudas, una de las búsquedas que realizamos desde hace algún tiempo es en realidad sustituir el método de agroquímicos por productos orgánicos y trabajamos aquí con los enemigos naturales, insectos que atacan insectos y que terminan destruyéndolos evitando así que se causen pérdidas,”, explica el ingeniero agrónomo José Roberto Parra, coordinador de la investigación.

En el caso del control del Greening, las avispas son los principales aliados en la labor de eliminación de plagas. Se crean en laboratorios, así como las bacterias que causan la enfermedad. Los insectos son desarrollados en salas separadas, y el proceso que debe ocurrir en los huertos es imitado en invernaderos.

Poco después del nacimiento, la avispa se se deposita en las plantaciones, donde vivirá durante 20 días, período en el que se parasitan directamente en la plaga. Durante la reproducción, la enfermedad ataca las plantas. La tesis doctoral del ingeniero agrónomo Alexandre José Ferreira Diniz está en la cima de la investigación.

El objetivo es medir el rendimiento de la proliferación de avispas sobre la plaga. Según el investigador, el método se está aplicando en varias regiones del estado de São Paulo.