Calgaro explicó que “en la cantidad y el tamaño, en los meses de noviembre y diciembre ya uno pudo ver que sucederá con la producción, una vez que se termina de curar la planta”. Asimismo que “para esa época la planta ya le dio la indicación a la fruta que tamaño va a tener, por el vigor y por el color”, y que por esos datos “nosotros nos damos cuentas de cómo va a venir la producción”.

No obstante, Calgaro observó que “una de las preocupaciones que tenemos es la incertidumbre con respecto a cómo van a evolucionar los mercados”, destacando que “si el poder adquisitivo de la gente es bueno, hace que haya consumo de la fruta”, y advirtiendo que “por ahí se considera que nosotros producimos postre pero nosotros lo que producimos es alimento, porque es necesario, como tantas otras cosas el hecho de consumir frutas”.

El presidente de la FeCiER explicó que “no solo necesitamos tener buena producción, sino buena comercialización, porque tenemos los costos tanto de producir como de comercialización que tienen que cerrar, y para que esto cierre los tres eslabones deben funcionar bien: la exportación, el mercado interno y la industrialización”.