La consellera de Agricultura, Elena Cebrián, ha asegurado hoy que no se ha encontrado ningún indicio de la bacteria Huanglonbing o "greening" en los cítricos de la Comunidad Valenciana, pero las administraciones tienen la obligación de defender y proteger a un sector tan importante.

Cebrián ha hecho estas manifestaciones en la inauguración de la jornada "HLB y el futuro citrícola: situación y perspectivas", organizada por la Conselleria y la Sociedad Económica de Amigos del País, en la que se ha presentado el plan de contingencia ante esta enfermedad de los cítricos.

Ha recordado que la citricultura ocupa cerca de 163.000 hectáreas, produce anualmente alrededor de 3,5 millones de toneladas y genera más 1.000 millones de euros.

Ha destacado además la capacidad de los árboles en la mitigación de gases de efecto invernadero, por su condición de sumidero de carbono, un hecho avalado por diferentes estudios.

"La intensidad de los cambios derivados de la globalización nos obliga a buscar nuevas oportunidades en los mercados, pero también hacer frente a las amenazas que acechan al sector de la citricultura y entre ellas el 'greening', la más preocupante", ha señalado la consellera.

En la jornada se ha dado a conocer la puesta en marcha del plan autonómico de contingencia del HLB, con medidas, actuaciones y procedimientos de inspección y toma de muestras para la protección y prevención del campo valenciano ante el riesgo de esta enfermedad.

Han participado Joseph M. Bové, director de investigación del Institut National de la Recherche Agronomique (INRA) de Francia, máxima autoridad en "greening", así como Nuria Durán, presidenta de la sección de agricultura de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, y Ferran García, miembro del Instituto Agroforestal Mediterráneo de la Universidad Politécnica de Valencia.

El "greening" es un tipo de bacteria que vive en el sistema circulatorio de los árboles que afecta tanto a las hojas como a los frutos, que pierden su valor comercial y acaban con la muerte del árbol, lo que está poniendo en peligro de supervivencia este cultivo en numerosas zonas citrícolas.

La consellera ha solicitado la colaboración de los agricultores y de todos los implicados tanto en el sector citrícola como agroalimentario para defender "nuestra forma de cultivar" a lo largo de los años y a reconocer las naranjas, mandarinas, limones y pomelos "no solo como un valor económico, sino como pieza fundamental para una dieta saludable como es la dieta mediterránea reconocida internacionalmente".