“Estamos muy satisfechos por el balance de esta reunión y también por el resultado de un encuentro similar realizado el jueves en Chajarí, ya que en ambos contamos con una asistencia importante y pudimos responder un sinnúmero de preguntas que nos ayudaron a evacuar todas las dudas”, indicó Ibáñez. Según comentó el funcionario de SENASA, a lo largo del encuentro “hicimos mucho hincapié en los controles que vamos a desarrollar en la zona desde el punto de vista de la procedencia de la fruta, puesto que vamos a requerir su identificación mediante la colocación efectiva y completa de rótulos, y la inscripción y habilitación de los empaques en los registros del SENASA; y por otro lado también anticipamos que vamos a insistir en la determinación de la calidad a través de dos parámetros esenciales: el grado de madurez expresado en términos de ratios y el porcentaje de jugo de la fruta”, remarcó Ibáñez. “Finalmente –dijo Ibáñez– hicimos una introducción del tema trabajos a campo con plaguicidas, puesto que se están determinando residuos de plaguicidas y contaminantes microbiológicos en distintos mercados del país, lo cual habla de la necesidad de trabajar correctamente desde el punto de vista agronómico y respetando el tiempo de carencia de los productos fitosanitarios”, alertó. La cuestión operativa Con respecto a la faz operativa de los controles, Ibáñez anticipó que “se realizarán en empaques, en lugares estratégicos en puestos de control en ruta, y en mercados mayoristas de venta; para esto contamos con la cooperación del Gobierno de Entre Ríos y funcionarios de SENASA en distintos puntos del país. También hemos firmado convenios con organismos provinciales para la implementación de barreras fitosanitarias”, graficó el especialista en fiscalización vegetal. Los controles de fruta destinada al mercado interno comenzaron en 2005 y el balance del SENASA fue positivo. “La primera versión del operativo colmó todas las expectativas que teníamos al respecto, y no quedaron dudas de que tenemos una actividad y un sector productivo en materia de citricultura muy consciente de cómo tenemos que trabajar para hacer bien los deberes”, resaltó Ibáñez. No obstante, agregó que “esta tarea irá siendo cada vez más efectiva a medida que vayamos creyendo en lo que estamos haciendo; de esta manera con el tiempo irá plasmándose y haciéndose carne en cada uno de los operadores de producción”. Por último, Ibáñez subrayó que “trabajamos en favor de los propios consumidores del país, puesto que la fruta es un componente indispensable en la dieta de todos nosotros y debemos tratarlo como un producto alimenticio de manera seria, desde el punto de vista de la calidad y sanidad de la fruta”, concluyó.