Ejecutada por Intercitrus, en España se lleva adelante una campaña nacional que pretende incentivar el consumo de limón, de naranjas y de mandarinas en la población -en especial, en los niños- y, a la vez, concientizar a los padres sobre la importancia y sobre los beneficios de la incorporación de estas frutas en los hábitos alimentarios.

Según estudios, el consumo de cítricos disminuye la incidencia de que se produzcan cánceres digestivos y contrarresta el efecto dañino del colesterol.

Actualmente, está ampliamente difundido que los cítricos aportan vitaminas, agua y fibras. Junto a esto, provocan una sensación de saciedad y presentan un bajo contenido de calorías, por lo que su ingesta conlleva beneficios para la prevención de la obesidad en los niños.

De ahí la importancia de educar a los más chicos en el hábito de su consumo diario. Estas frutas, además, son una importante fuente de vitamina C y de otros nutrientes, que sirven para la prevención de múltiples enfermedades.

Por otro lado, de los cítricos es factible aprovechar la totalidad de la fruta. A modo de ejemplo, sabemos que podemos comer la naranja, tomar su jugo, utilizarla para cocinar confituras, y hasta darle a su cáscara diversos usos. Países como Brasil, México, Estados Unidos, India o España destinan millones de hectáreas para el cultivo de diferentes variedades, logrando ganancias multimillonarias que alimentan la economía de esas naciones.

En estas tierras

En Argentina y en Tucumán, empresas e instituciones de investigación realizan estudios para fomentar el consumo de frutas; en particular, de las cítricas. La buena ingesta de estos productos naturales beneficia la salud, según fue confirmado por investigaciones científicas, sobre todo de las últimas décadas.

Sin embargo, pocas frutas tienen tantas cualidades a nivel nutricional, vitamínico y preventivo como el limón fresco -o sus productos industrializados- y la naranja -en sí o en jugos naturales o conservados-. Estos productos son esenciales en las economías de España, de EEUU, de Brasil y, en menor escala, de la Argentina.

En cuanto al limón, somos considerados los principales exportadores en industrializadores; ello representa una gran importancia comercial y social para nuestras provincia y región. En lo que tiene que ver con la naranja, muchos países están abocados a fomentar su consumo -ya sea en fresco o simplemente como jugo-; y buscan que todos los estratos sociales puedan consumirlos, debido a sus excelentes virtudes medicinales y nutritivas.

Muchas veces, en LA GACETA Rural se habló de las virtudes del consumo de los citrus en general, y del limón, en particular. En esta edición comentaremos algunos conceptos de la naranja.

La Naranja: Dulce o amarga

El fruto proviene del árbol del naranjo, en su variedad dulce (Citrus x sinensis), o en la amarga (Citrus x aurantium). Ambos son originarios de China, de India, de Vietnam y de Birmania.

En los tiempos modernos, a partir del avance de la genética frutícola, se logró conseguir hasta 300 variedades de este cítrico a lo largo del mundo. En cuanto a su importancia para el consumo humano y, sobretodo, de este lado del planeta, se destacan la Navel o California, la Navelina, la Valencia Late, la Sevilla Amarga, la Natal y la Sanguinelli.

Si bien el invierno es la mejor época para su colecta, existen variedades que pueden recogerse en el verano, por lo que se puede consumir durante todo el año. Sin embargo, mucha gente suele asociarlas únicamente con la época de temporadas frías, acaso a su alto contenido de vitamina C, que ayuda a combatir gripes y resfriados, porque sube las defensas del organismo.

En este sentido, y para mejorar la salud de la población, se vuelve prioritario incentivar el consumo de este producto, y de otros cítricos o frutas frescas en general.

Gustavo Frías Silva
Sección Rural
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