El Centro de Investigación y Formación Agraria (CIFA) de la Asociación Palmanaranja trabaja actualmente en el primer sistema de control de calidad de zumos que utiliza infrarrojos para conocer los niveles de amargor, acidez y azúcares en tiempo real, según informaciones del portal Besana. La investigación se ha realizado en las instalaciones de la compañía Zumos Pascual y tiene un coste total de unos 80.000 euros. Los primeros resultados del proyecto fueron presentados este lunes por el delegado de Innovación, Ciencia y Empresa, Andrés Luque, que destacó la novedad de aplicar por primera vez la espectroscopia de infrarrojo cercano (tecnología NIR) en el zumo de frutas para determinar en unos segundos el contenido de limonina presente en las naranjas y poder así reducir el sabor amargo que les confiere. Es justamente el amargor del zumo uno de los principales problemas a los que actualmente se enfrenta la industria citrícola, en opinión de la Junta, por lo que a través de esta iniciativa se lograría evitar el gusto amargo del zumo y calibrar su contenido en azúcares y su acidez durante todo el proceso de fabricación. La utilización de la tecnología NIR para garantizar la calidad del zumo presenta “significativas ventajas” frente al clásico análisis con HPLC (equipo analítico) empleado hasta ahora, reduciendo el coste de la operación y el tiempo que se requiere para obtener los resultados (apenas unos segundos), además de evitar el uso de reactivos químicos, más lentos y perjudiciales para el medio ambiente. Asimismo el infrarrojo cercano permite controlar otros parámetros adicionales de la naranja como el color, variedad, procedencia y aceites esenciales. La Delegación de Innovación, Ciencia y Empresa, además de colaborar económica y técnicamente en este proyecto a través del CIFA de Palma del Río, trabaja en otras investigaciones con el grupo Pascual para optimizar las condiciones de almacenamiento de naranjas destinadas a la producción de zumo. Según apuntó el delegado de Innovación, Andrés Luque, el sector agroindustrial debe aspirar a incorporar la innovación como factor estratégico del desarrollo empresarial para que los productos cordobeses “puedan ganar representatividad y poder de negociación dentro del mercado”. Para seguir copando los primeros puestos dentro del mercado agroalimentario, el tejido productivo, integrado mayoritariamente por pequeñas y medianas empresas, “ha de poner en marcha procesos de concentración, fusión, o de alianzas empresariales que le permitan crear y promocionar sus propias marcas y abrirse nuevos mercados”. Fuente: Infocitrus.com