El sector citrícola cierra un 2009 con altibajos, donde el principal problema para los productores pasa en la actualidad por la falta de precios en los mercados interno y externo. Asimismo, los factores climáticos tuvieron un importante impacto, tanto en la sequía de la primera mitad de año, como por las constantes lluvias y las altas temperaturas de octubre y noviembre. No obstante a estas circunstancias, desde el sector mantienen firmes las expectativas para el año que se avecina.

Los bajos precios que se pagan a los productores continúan siendo la materia pendiente para el sector citrícola de Corrientes. Actualmente, en el departamento Monte Caseros los citricultores comercializan sus frutas entre $8 y $11 por cajón "cosechero" de 35 kilogramos, lo que no les permite tener una rentabilidad por la cual pueda realizar inversiones en los campos.
"Hoy ese mismo cajón de 35 kilos tendría que venderse entre $20 y $25, para que el productor tenga ganancias que le permitan invertir en sus quintas y acceder a tecnología", dijo a El Litoral el presidente de la Asociación de Citricultores de Monte Caseros, Omar Carlino.

El dirigente y productor del Sur provincial comentó que durante el año tuvieron altibajos en la producción y comercialización, sobre todo por factores climáticos que condicionaron la actividad.
La sequía del primer semestre provocó pérdida de calibre de la fruta, por lo cual se dificultó el acceso de la producción a los mercados internacionales. Sumado a este inconveniente, Europa comenzó a importar cítricos desde Sudáfrica, a un precio más conveniente, con el cual la producción correntina no pude competir. Por su parte, las heladas del invierno ocasionaron algunas pérdidas en la producción, aunque no llegaron a la magnitud de años anteriores. Por último, las constantes lluvias causaron algunos problemas de color en las frutas que repercuten en el precio para la producción.

Asimismo, para el año próximo desde el sector prevén que se va a cosechar un menor volúmen de frutas, sobre todo en las variedades tempranas de naranjas y mandarinas. Según explicó Carlino, este déficit tiene su respuesta en las altas temperaturas que se registraron entre fines de octubre y principios de noviembre, las cuales provocaron que la fruta en floración se desprenda de la planta y caiga, perdiéndose totalmente.
No obstante a estas cuestiones, el productor sureño comentó que "las expectativas del sector siempre son buenas cuando va a comenzar un nuevo año, pero lamentablemente siempre dependemos del factor climático, que no está jugando en contra desde hace un tiempo".

FUENTE: DIARIO EL LITORAL