La interprofesional naranjera Intercitrus da renovadas muestras de unidad y entendimiento entre las distintas partes del sector (productores, comercio, cooperativas, industria...), en parte por el convencimiento general de que todos tendrán que poner y ceder más de su parte para poder superar la crisis, y también porque la Conselleria de Agricultura ha requerido a los integrantes de dicha entidad que se pongan las pilas para actuar en común, porque de otra manera difícilmente podrá encauzar nuevas ayudas para el sector.
Al mismo tiempo, Manuel Láinez, director general de la conselleria, ha pedido que se remunere adecuadamente a todos los eslabones de la cadena naranjera, en clara referencia al agricultor, que en los últimos años no recibe ni lo necesario para poder producir.
La asamblea anual de Intercitrus, celebrada ayer, se caracterizó por la menor asistencia de representantes de los colegios que integran la interprofesional, la mayor tranquilidad en los debates, la desaparición de vetos de la parte productora que bloquearon anteriormente los presupuestos y un llamamiento en las intervenciones de los presidentes saliente y entrante a la necesidad de reducir costes de producción para poder ser competitivos.
 

Diferencias autonómicas
El veterano exportador Antonio Muñoz, que cumplía ayer su mandato presidencial, reiteró que es muy difícil aspirar a vender bien en un mercado globalizado y remunerar adecuadamente al agricultor cuando afluye una creciente oferta de otros países, como los del Magreb, Turquía, Egipto y hemisferio sur, con costes laborales muy inferiores en cultivo, recolección y empaquetado.
El nuevo presidente, Jorge García, es también exportador (de la firma García Ballester, de Burriana), pero en este caso no accede al cargo rotatorio anual por el colegio de comerciantes, sino de las asociaciones de organizaciones de productores afines al comercio privado (AOPCC y CITRUSAT). Al igual que su predecesor, García también habló de la necesidad de contener los costes de producción, gran batalla del sector, y aludió a la próxima negociación del convenio de collidors y personal de almacenes para señalar que «en los últimos siete años los salarios han aumentado un 50% y ese es un ritmo que no se puede soportar». No obstante no quiso definirse sobre cuál será la actitud del sector en las próximas negociaciones del convenio. Sólo habló de que es necesaria una contención y citó que un grupo de cooperativas y comercios privados trabajan ya en la preparación de su estrategia en este asunto.
García añadió que todos los subsectores de la interprofesional deben luchar conjuntamente en un punto que implica a todos, puesto que, al final, los mayores costes intermedios determinan menoresliquidaciones para los agricultores, hasta el punto de que en las últimas campañas ya predominan los casos en los que un recolector de cítricos recibe más por kilo de fruta de lo que se le paga en bruto a quien la ha producido.
Algunos participantes en la asamblea de ayer señalaron que las diferencias notables de costes laborales citrícolas no sólo se dan entre España y otros países productores, sino también entre regiones españolas, porque en Tarragona, Murcia y Andalucía rigen convenios con salarios inferiores a los de la Comunitat Valenciana, lo que está favoreciendo la deslocalización empresarial dentro del país. Empresas valencianas productoras y comercializadoras de cítricos prefieren instalarse en otras autonomías que les atraen con mayores facilidades.
La Unió pide la disolución
La Unió de Llauradors ha pedido la disolución de Intercitrus porque «es incapaz de proponer medidas eficaces para frenar la crisis en una campaña con pérdidas de ingresos de 481 millones de euros». La Unió, que ha pedido a la Generalitat que no financie a la interprofesional, no forma parte de la misma desde que salió de Coag, y critica que las demás organizaciones agrarias (AVA, Fepac, Jóvenes y UPA) le impidan la pertenencia, cuando algunas tienen «una implantación irrelevante entre los citricultores valencianos, por lo que no están capacitadas para defender sus intereses».
El presupuesto de Intercitrus para este año es de 185.000 euros, 109.000 menos que en 2008, y la mayor parte la cubre la Generalitat.