En cambio -agregó-, lo industrializado -que generalmente son jugos que provienen de las tres fábricas de la zona- representa un 18 por ciento. Todo lo demás va al mercado interno”.

“Si hablamos de volúmenes, la naranja en todas sus especies es la que más se vende en el exterior, especialmente la valencia y la ombligo, pero es también el producto que más competencia tiene, ya que existen otros países que la exportan”, expresó.

“La mandarina, por su parte, ha despertado el interés de algunos mercados y ha comenzado a ser más requerida en estos últimos años, con lo cual genera algunas expectativas porque generalmente nosotros sembrábamos más naranjas que mandarinas debido a que los costos de producción son menores en el primer caso y se exportan más cantidades”, expuso finalmente.

“Los riesgos que afrontamos en este sector son bastante elevados, ya que desde que sembramos hasta que empezamos a cosechar no son los mismos que los de otras producciones como la soja, por ejemplo, que de un año para otro permite recuperar la inversión”, comparó.

“Nosotros agudizamos el ingenio para producir mejor. Si hay un año bueno respecto a los precios podemos invertir en tecnología para mejorar la productividad en cuanto a cantidad y calidad”, concluyó.