Para parte de la población pasaron las vacaciones en Tucumán y las actividades vuelven a la rutina normal. Sin embargo, para otros fueron dos semanas de intensificar trabajo. Es el caso de las instituciones que resguardan el estatus sanitario de la Provincia y tienen como tarea impedir el ingreso del Huanglongbing (HLB), una de las enfermedades más destructivas de los cítricos a nivel mundial. Por eso, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), la Asociación Fitosanitaria del NOA (Afinoa) y la Secretaría de Agricultura provincial reforzaron su presencia en los puestos de control fitozoosanitarios.

En los diferentes puestos situados en los límites interprovinciales, se realizaron decomisos de frutas cítricas transportadas en autos particulares y se recordó a los viajeros que está prohibido trasladar plantas frutas o partes vegetales sin autorización de Senasa dentro del país.

También se explicó a los conductores que el HLB es una enfermedad causada por una bacteria que afecta y mata a las plantas cítricas, que hasta el momento no tiene cura y que si se instala en un área productiva puede ocasionar pérdidas de hasta el 45% en menos de 5 años, poniendo en riesgo el desarrollo de las economías regionales.

En la barrera "7 de abril", el 15 de julio se destruyeron 2200 cajones usados de madera con restos de vegetales y frutas cítricas en descomposición que violaban las leyes provinciales de sanidad vegetal N° 6-109/91 y resolución N° 484 (Saya).

“Seguiremos intensificando los controles durante todo el año, con operativos móviles en ruta, coordinando tanto con el sector público como privado. Buscamos también que la población esté atenta a la amenaza y se transforme en un actor estratégico para la prevención del HLB”, explicó Carlos Grignola, director del Centro Regional NOA Sur de Senasa.