Cada temporada, de sol a sol, estos agricultores han contemplado la destrucción que provoca el  greening de los cítricos desde que apareció en el sur de Florida hace casi una década.

Han visto raíces muertas, frutas pequeñas y descoloridas y una producción que no deja de disminuir. Han visto las plantaciones familiares, transmitidas de generación en generación, peligrar y más tarde cerrar. De hecho, en nuestro mismo distrito, hay algunas plantaciones de cítricos muy antiguas que han comenzado a plantar otros cultivos, como el bambú, para poder seguir siendo viables.

Esta enfermedad bacteriana incurable ha provocado daños económicos por valor de más de 4.000 millones de dólares y ha eliminado 8.000 empleos, según un estudio que llevó a cabo la Universidad de Florida hace cuatro años; además, Florida Citrus Mutual, la mayor asociación citrícola de este estado, estima que esas cifras se han duplicado desde entonces. Es comprensible que los miles de trabajadores de la industria citrícola estén preocupados.

En septiembre, la Cámara de los Representantes aprobó mi proyecto de ley para ayudar a los productores de naranjas de Florida. Todos los miembros floridanos del Congreso, tanto republicanos como demócratas, apoyaron la Ley de Respuesta de Emergencia contra las Enfermedades de los Cítricos, lo que demuestra que aún puede existir cooperación entre ambos partidos.

Sin embargo, todavía queda un obstáculo para que el proyecto se pueda convertir en ley: el Senado de EE. UU., y espero poder superarlo muy pronto. Mi proyecto de ley reduciría los impuestos asociados con la plantación de árboles para abaratar los costes de sustituir los árboles aquejados de la enfermedad.

Nuestro código tributario ofrece beneficios para los agricultores que sustituyan los árboles enfermos, pero solamente si se hacen cargo de los costes completos, mientras que mi proyecto de ley permitiría a los agricultores con problemas aprovechar esta deducción incluso si recaudan capital de otros inversores.

Una vez creada la ley, habremos dado un gran paso adelante para proteger el medio de vida de la gente trabajadora de Florida y de nuestra distintiva industria citrícola.