Con un presupuesto total de 1.850.000 de euros, FreshBox fue desarrollado bajo el marco del proyecto LIFE con la participación de Alemania, Irlanda, España y otros países, con el fin de que, una vez finalizado el proyecto (mediados de 2017), pueda ser lanzado al mercado.

Conseguir que frutas y hortalizas frescas lleguen a la mesa de los consumidores en perfecto estado a los distintos mercados es una tarea difícil, llegando a ser uno de los principales obstáculos de las exportaciones.

FreshBox es un contenedor inteligente que permite conservar las frutas y hortalizas transportadas para llegar al consumidor en perfecta calidad.

El contenedor cuenta con un sistema innovador de membranas de intercambio gaseoso a través de microperforaciones con el que se logra una atmósfera modificada en su interior. Además, también incluye una serie de sustancias activas como absorbedores de etileno y compuestos antimicrobianos.

Además de esto, está elaborado con materiales reciclados dando un valor agregado con una mayor sostenibilidad y competitividad en el sector de la distribución de productos frescos.

El contenedor está fabricado de forma que se puedan monitorizar las condiciones de la atmósfera durante todo el transporte a través de sensores, que se han integrado en su tapa y que funcionan con tecnología RFID.

Las pruebas que se han realizado comprueban que FreshBox ayuda a alargar la vida útil de los productos frescos en hasta un 30% más comparado con aquellas que se transportan en contenedores comunes.

De momento, las pruebas ya se han realizado con varios productos, que han realizado la ruta entre España y Alemania.