Juan Jesús Ros, alcalde de Torrent y presidente del Consell Agrari Municipal, selló la semana pasada las trigésimo séptimas Jornadas de Cítricos y Cultivos Alternativos de Caixa Rural Torrent junto al presidente de la entidad, Vicente Peiró Villarroya, tras la ponencia ‘Nuevas variedades de cítricos’, a cargo de Antonio López García-Usach, ingeniero técnico agrícola del departamento de Genómica del IVIA.

En el campo valenciano se están desarrollando nuevas variedades de cítricos, “necesarias para la reestructuración de las explotaciones citrícolas de la Comunidad Valenciana. En vistas a mejorar su rentabilidad y ser competitivos en el exigente mercado europeo es necesario estar al corriente de cuantas novedades varietales vayan surgiendo”, señaló López García Usach, quien también apuntó que “este conocimiento forma parte de la cultura citrícola de esta sociedad”.

En cuanto a los nuevos grupos varietales, el ingeniero destacó las “satsumas, clementinas, mandarinos híbridos, naranjas navel, pigmentadas y blancas. Las características novedosas que se aportan son principalmente la prolongación del periodo de recolección en cada uno de los grupos varietales, sobretodo en el tramo “final de campaña”.

Otra novedad asociada a las nuevas variedades es su sistema de explotación comercial. “Se están implementando sistemas de gestión de “Club” basados en la exclusividad y la limitación de la superficie productiva, así se pretende que los frutos de estas variedades obtengan las máximas cotizaciones en los mercados, según el modelo económico que aboga por mantener la oferta del producto por debajo de la demanda”, reseñó el representante del IVIA en la tercera y última de las ponencias de las jornadas.

“La implantación de las nuevas variedades en los campos valencianos es progresiva e inexorable. Aunque algunas variedades tradicionales como Clemenules, Oronules, Navelina, LaneLate, Okitsu y Owari siguen y seguirán manteniéndose, otras muchas desaparecerán por su escasa rentabilidad como Clementina Fina, Ortanique, Fortune, Hernandina, Marisol, u Oroval”, apuntó el ponente, que pidió prudencia a los agricultores: “Las nuevas variedades son una inversión de futuro pero puede acabar en desastre, por lo que aquellos agricultores no profesionales o que por edad no ven su futuro en la citricultura les aconsejo que no entren en “la rueda” de las nuevas variedades. Sólo a aquellas personas que han hecho de la agricultura su profesión y que puedan asumir el riesgo inherente al cultivo de una nueva variedad, con el objetivo de diversificar la oferta varietal de su explotación, les aconsejo que obtengan las licencias para explotar alguna de las nuevas variedades”.

El ingeniero sí pidió una precaución general para unos u otros: “El material vegetal usado para la propagación de cualquier variedad debe tener el pertinente pasaporte fitosanitario, sobre todo si estas variedades proceden de terceros países, para evitar la introducción y dispersión de nuevas plagas que, como el HLB, pueden amenazar la viabilidad de la industria citrícola en la Comunidad Valenciana”.




Fuente: elmeridiano.es