Consultado sobre las denominadas cooperativas “truchas”, Tisser reconoció que “es posible que existan entidades que bajo la forma de una cooperativa en realidad no lo son; en este caso es primordial el control, pero esto no tiene que manchar la figura cooperativa”, resaltó. Precisamente los controles fueron eje de una reunión previa que Tisser mantuvo con directivos de la Federación del Citrus, sus instituciones de base y productores. Con respecto a los derechos que le asisten al trabajador que es socio de una cooperativa, el licenciado Tisser explicó que “desde el INAES o el órgano local competente se emana una resolución previa a la constitución de la cooperativa para que el asociado tome conocimiento de cuáles son sus derechos, y también para que comprenda la filosofía de la cooperativa”, indicó. En ese sentido, Tisser consideró que “cuando el asociado tiene conocimiento y sabe que está respaldado por una ley, él mismo puede denunciar alguna irregularidad que se esté produciendo”. Según el funcionario del INAES, “si hay una persona que está haciendo un uso indebido de la figura cooperativa, puede ser excluida inmediatamente y sancionada llegado el caso”. Si bien Tisser destacó la importancia de la autodepuración, muchas veces el productor asociado no tiene los elementos a su alcance para avanzar con un trámite administrativo. “Es verdad, el productor necesita apoyo para elaborar actas, orientarse, realizar trámites, asambleas y todos los aspectos técnicos que deba llevar adelante; al principio le resultará engorroso pero de ahí en adelante podrá manejarse con las asociaciones que conforman la FeCiER”, ejemplificó.