Todo ello ha desarrollo una fuerte alarma entre los productores citrícolas tanto de Güémez, Padilla, Hidalgo, Abasolo y Soto la Marina, ante el colapso que les espera en caso de no encontrar una solución a este grave problema.

Según los datos proporcionados por inspectores de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación de Tamaulipas, encabezados por Tomas Ruiz Ruiz, dijo que también se muestran signos de esta bacteria en arboles de naranjos y limón sembrados en traspatio de las casas de la zonas urbanas y algunos que se encuentran a orillas de las banquetas.

Pero lo más fuerte se ha detectado en las zonas de Güémez, Hidalgo y Padilla, a tal grado que ya algunos productores conocidos han determinado mejor derribar los arboles dañados para que de alguna forma evitar se continúe propagando esta enfermedad, que en breve provocará pérdidas económicas bastante importantes para los integrantes de este sector.

Ante ello Ruiz Ruiz hizo un llamado a los productores citrícolas a implementar las acciones establecidas para el control del huanglogbing. La llegada de esta plaga era de esperarse debido a que esta se tenía detectada en entidades como Tabasco y Campeche, así como en el estado de Texas.

Insistió en que la presencia del “dragón amarillo” a la zona citrícola de la entidad en breve ocasionará pérdidas cuantiosas, porque afectará a los dueños de las huertas, de comercios que venden insumos para el sector, y hasta a los pizcadores de naranja.

El huanglongbing es una de las plagas más temidas, ya que cuando afecta a los árboles éstos mueren en cuestión de semanas. Cabe hacer mención que Tomas Ruiz Ruiz, inspector de SAGARPA, en compañía de un buen grupo de técnicos especialistas tienen la tarea de recorrer, por un tiempo no determinado, las calles de esta ciudad para poder detectar a orillas de las baquetas o bien el traspatio de las casas, naranjos y limones con la presencia de esta plaga.

Como dato, la producción citrícola anual en Tamaulipas es en promedio de 600.000 toneladas de naranja, toronja, mandarina y limón mexicano e italiano, que son cosechadas en más de 44.000 hectáreas de huertas que existen en la zona citrícola de la entidad.

Por ello de resultar confirmada la presencia de la plaga en este muestreo se teme que el 50 por ciento de la citricultura podría desaparecer en sólo seis años a causa del citado “dragón amarillo”.


Fuente: elmercurio.com.mx