Tras reunirse con autoridades nacionales el viernes último, el ministro de la producción de Entre Ríos, Contador Roberto Schunk, se habría llevado como respuesta que la decisión final sobre las medidas a adoptar ante la crisis de la citricultura está en manos de Aníbal Fernández, Jefe de Gabinete.

Antes de resolver un plan de lucha, el sector había fijado un compás de espera hasta el viernes 13, con la esperanza puesta en el encuentro que mantendría el ministro Schunk con autoridades nacionales.

Trascendió que Schunk habría salido del encuentro con la promesa de que este lunes Aníbal Fernández resolvería acerca de las medidas paliativas solicitadas por la FECIER y la Cámara de Exportadores de Citrus del NEA, ante la marcada pérdida de rentabilidad de la actividad, como consecuencia de la devaluación de otras monedas, como es el caso del rublo, que impedirían la venta de mandarinas a Rusia, cliente que absorbía casi la mitad de la fruta exportada. A ello se suma la caída de los precios en el mercado interno.

Desde la FECIER, su presidente, Dante Grigolatto, había definido como "crítica" a la situación. "El inicio de la zafra es inminente, y considerando la imposibilidad de exportar, sumado a la depresión de los precios internos, con costos que superan ampliamente a los mismos, quedan pocas posibilidades de que se coseche la fruta, lo que traerá aparejados problemas sociales de importancia”, advirtió.

Grigolatto lamentó que tras un mes de gestiones hasta este miércoles "no hubo ni un simple llamado telefónico, así que esperemos que el próximo viernes el contador Schunk, nos traiga novedades positivas”.

El viernes ya es historia y ahora el día decisivo parece ser este lunes. El citrus espera una señal de Aníbal Fernández.