Como una historia por capítulos, la cadena frutícola tendrá que esperar hasta la tarde de hoy para conocer si hay medidas y de qué tenor para hacer frente a la crisis del sector. Se supo que existe un borrador con ayuda que trascendería a la producción del Valle de Río Negro y Neuquén y beneficiaría a otras economías regionales de país.

Ayer se realizó una intensa reunión en la jefatura de Gabinete entre su titular, Jorge Capitanich; el gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck; el senador nacional Miguel Pichetto, otros representantes provinciales, así como exportadores, productores e integrantes de la industria del jugo; y aunque se exploraron varias alternativas finalmente se hizo un cuarto intermedio para el nuevo encuentro —entre los mismos participantes— hoy en la Casa Rosada.

"Si no hay soluciones de corto plazo se pone en peligro la cosecha porque los números no cierran", advirtió un fruticultor presente durante las gestiones.

Un "fondo de contingencia" (para la producción primaria apta para jugo) sería una posibilidad. La cifra sería de alrededor de 500 millones de pesos, aunque el sector aspira a un subsidio por el doble de ese valor. Por otra parte, el Gobierno nacional se comprometería a gestionar ante el embajador ruso en la Argentina la eliminación por un año del arancel que aplica ese país a la importación frutícola. Pero no hay certidumbre sobre el plazo que demandaría esa negociación.

Una posibilidad en la que van insistir, sobre todo las cámaras, es la suspensión por un año de las retenciones (que para peras y manzanas son del 5%), una concesión que —destacó Pichetto— se le hizo a la pesca.

El financiamiento a través de tasas preferenciales acordadas entre el Gobierno nacional y el provincial es otro de los puntos que está en debate. Pero no todos son optimistas con esta posibilidad. "¿Quién va a pedir un préstamo cuando no hay cómo colocar la producción?", señaló el vicepresidente de la Federación de Productores, Víctor Pardo.

Una ola de especulaciones sobre el tenor de los anuncios se agitó entre quienes participaron del encuentro de la víspera. "La situación es acuciante, alguna solución van a tener que encontrar".

Una alta fuente de la provincia deslizó que mañana a última hora el anuncio lo haría la propia presidenta en el marco de la compleja situación que atraviesan algunas economías regionales en el contexto internacional, cuestión más aguda aún para la vitivinicultura.

Un vocero de CAME puso en duda que el Gobierno entregue dinero fresco y consideró que una herramienta necesaria sería algún tipo de devaluación, casi un imposible.

En otro orden se convocó para el viernes a un encuentro en el Ministerio de Trabajo con los trabajadores del empaque, del hielo y del jugo para intentar cerrar un acuerdo de "corresponsabilidad gremial" mediante el cual se postergaría por un tiempo el pago de los aportes patronales.



Fuente: Diario Río Negro