25.03.2014 439
España: Los productores citrícolas valencianos ya alcanzan los 260 millones de euros en pérdidas
La Unió de Llauradors estima que las pérdidas directas para los citricultores valencianos superan ya esta campaña 2013-2014 los 260 millones de euros.
Según un comunicado de La Unió, la campaña tiene "un balance negativo" en todas las especies de cítricos, variedades y zonas, aunque dependiendo de la variedad y la zona, la situación es distinta. El balance negativo de pérdidas se debe a la diferencia entre los ingresos y los gastos para los productores, explica La Unió, que señala que en el caso de las mandarinas las pérdidas ascienden a unos 64 millones de euros y en las naranjas suponen 196 millones.
Los problemas de clareta, rajado o pequeños calibres han influido en estas pérdidas, pero a juicio de La Unió no pueden ser la excusa de estas.
Así pues, en mandarinas los precios se han mantenido dentro de la normalidad de los últimos años y las mejores cotizaciones se han logrado en la fruta de calibre grande, pues el 30% de la cosecha no se ha recolectado o ha obtenido un precio inferior a otras campañas.
En las naranjas la situación es "mucho peor". Las pérdidas directas para los productores, cuando aún no ha finalizado la campaña, rondarían los 200 millones de euros en las variedades del grupo Navel (Navelina, Navelate y Lane Late), por las que se pagan en el campo un euro por cajón de veinte kilos.
En las variedades del grupo Valencia, a falta prácticamente de un mes para recolectarlas, se ofertan 3 euros por cada 13 kilos (arroba), precio que los productores consideran especulativos, mientras que habrá que ver el comportamiento posterior de la variedad tardía Navel Powell, señala.
La Unió lamenta que no tengan repercusión en el precio del productor los buenos resultados durante esta campaña de la industria, que tiene una materia prima "prácticamente gratis y a buen seguro le sale más rentable que traer zumo concentrado de Brasil o China".
La producción industrial de estas variedades es de gran calidad, porque los problemas de clareta, rajado o escaso calibre no afectan a la calidad del zumo.
Fuente: La Unió
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