El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) allanó, el pasado 28 de febrero con orden judicial, un vivero de plantas cítricas en la localidad entrerriana de Chajarí que incumplía normas específicas destinadas a la producción de material cítrico de propagación y a la prevención de la enfermedad de Huanglongbing (HLB).
La medida, que se desarrolló con una orden de allanamiento del juez Federal de Concepción del Uruguay, Pablo Andrés Seró, estuvo a cargo de profesionales y técnicos del Senasa y de su Centro Regional Entre Ríos y contó con el apoyo de personal de la Gendarmería Nacional.

El allanamiento tuvo lugar dentro de las tareas de fiscalización de viveros cítricos que lleva adelante el Senasa en el marco del Programa Nacional de Prevención del HLB. El procedimiento se realizó luego de haber detectado el incumplimiento por parte del vivero de normas específicas y después de que el propietario se negara en forma reiterada a permitir el ingreso al vivero de los agentes del organismo fitozoosanitario.

Ya dentro del predio, el personal técnico del Senasa realizó un relevamiento del material cítrico existente, constatándose el incumplimiento de las resoluciones Ex Sagpya 312/07 - obligatoriedad de inscribirse en el Registro Nacional Fitosanitario (Renfo) del Servicio - Senasa 930/09 - cultivo de viveros cítricos bajo cubierta - y Ex Sagpya 149/98 - obligatoriedad de producir plantas cítricas certificadas por el Instituto Nacional de Semillas (Inase) -.

Se comprobó que el vivero no está trabajando bajo cubierta, como lo establece la normativa vigente así como tampoco se advirtió la presencia de materiales destinados a implementar estas coberturas.

Luego de finalizar la fiscalización los profesionales del Centro Regional Entre Ríos del Senasa elevaron un informe al Juzgado Federal al tiempo que continuarán con las acciones que correspondan.

Por el Senasa participaron los coordinadores de Infracciones, Víctor Avigliano; de Protección Vegetal del Centro Regional Entre Ríos, Ramón Erro, junto a personal técnico del mismo y de la Dirección Nacional de Protección Vegetal.

Cabe agregar que en ocasiones anteriores al allanamiento el notificador del Senasa tuvo dificultades para cumplir su tarea y los inspectores que realizaron la fiscalización fueron agredidos y amenazados, por lo que hay una denuncia penal que se está instruyendo en los tribunales de Chajarí.