Ante el problema que atraviesa la actividad citrícola y los problemas para la correcta ejecución del Programa de aplicación de controles químicos aéreos contra la plaga mosca de los frutos, el Ing. Agr. Germán Scatone, Responsable Técnico de la Federación del Citrus de Entre Ríos (FECIER), expresó: “Además de la Fundación Regional de Sanidad y Calidad Citrícola del Noreste Argentino (FUNDANEA) participa de este programa el Senasa que prevé la sanidad a nivel nacional y es el principal responsable de los aspectos sanitarios de todas las actividades.

La Fundación junto a Senasa está trabajando en la administración de este programa, pero los lineamientos técnicos los tiene a cargo el Senasa. Actualmente se está teniendo bastante problemas debido a que en parte está solventado por aportes nacionales y provinciales, y puntualmente los costos de las aplicaciones están siendo solventadas por los productores. Desde el inicio del programa, estaba contemplada la aplicación de seis veces en el año que, como siempre hemos hablado, eran aplicaciones complementarias de las que hacían habitualmente el productor. Esto no se ha llegado a lograr como estaba planificado por lo que ha habido incrementos importantes en la presencia de insectos en el campo y a su vez, no se ha podido cobrar lo que se pensaba. Se ha desfinanciado el programa y no se ha pagado los aviones para las aplicaciones”.

Acerca del Programa, el Responsable Técnico indicó: “Con las entidades de productores había un consenso inicial en el que se planteó el tratamiento general de todo el área, pero en la práctica desde que comenzó el programa hasta la actualidad no se ha cumplido con los aspectos que se habían ideado. Hay algunas cuestiones a resolver que no son sencillas y que hoy están perjudicando al programa, y por ende a la producción”.

Acerca de lo planteado por el Ing. Agr. Fernando Jauregui, Presidente de la Fundación Regional de Sanidad y Calidad Citrícola del Noreste Argentino (FUNDANEA), sobre el costo de la aplicación de 30 pesos por hectárea, valor que no contempla el costo del producto al ser suministrado por Senasa, el Ing. Scatone manifestó: “Para un lote a ser cosechado con fruta de buena calidad en planta no es un costo significativo, pero el problema es para aquellos lotes que no tienen valor comercial en donde el productor no puede cosechar la fruta ni venderla porque no tiene precio o es de mala calidad. A ellos se les pone difícil pagar las aplicaciones. Si las producciones fueran normales, no sería difícil efectuar el cobro de esos importes”.

Entre las consecuencias inmediatas por la no ejecución de los controles químicos aéreos contra la plaga mosca de los frutos, el Ing. Scatone comentó: “Hay más perdidas de frutas y se elevan los costos. Al haber lotes que no están controlados de la población de moscas y lotes vecinos que si tienen aplicación, después no es fácil lograr el control”.

Según el especialista, se están buscando diversas alternativas ante esta problemática, pero hasta el momento no hay ninguna alternativa concreta. “La idea es ser consientes que, desde hace algún tiempo, iban a existir estos problemas. Se han tocado diversas puertas para cubrir las alternativas, pero hasta ahora no hay nada en concreto. Con esta situación, la decisión de la producción es no continuar con las aplicaciones, ya que no se hacen las cosas con todas las herramientas como deberían hacerse. Las cosas a medias sabemos que no traen buenos resultados”. Y añadió: “Se hizo una aplicación y ahora se decidió no continuar, hasta no tener la decisión correspondiente de FUNDANEA para solventar los gastos de la aplicación”.

De la Redacción de Campo en Acción