La declaración de la “emergencia granjera” en los departamentos de Río Negro, Paysandú, Salto y Artigas, una sección de Maldonado y varias de Canelones, habilitó ahora la ayuda económica.

Montes explicó que se trata de “unas 370 unidades productivas, que ocupan una superficie de 4.600 hectáreas” en las zonas mencionadas.

Son pequeños y medianos productores citrícolas de hasta 120 hectáreas, que pueden acceder a un préstamo –sin intereses– de hasta US$ 1.200 por hectárea.

Montes informó que “le damos la oportunidad a los productores de presentar proyectos, que contengan los planes de acción en cuatro grandes áreas: nutrición, sanidad, poda y reconversión”.

El asesor ministerial aseguró que “los productores pueden presentar proyectos parciales, que dejen afuera montes muy adultos o zonas mal plantadas. A la inversa, les puede interesar sacar un monte adulto y poner nuevas plantas”.

Para Montes, “conceptualmente lo más importante es que el préstamo se paga con producción. No se trata de un subsidio”.

Los citricultores deberán devolver el préstamo en cuatro años, con uno de gracia. El porcentaje de pago en cada año depende de la extensión del predio. Por ejemplo, en 1 y 50 hectáreas pagarán 10% el primer año; 20% el segundo; 30% el tercero, y por último 40%.

El plazo de presentación de proyectos vence el 6 de diciembre próximo y luego habrá una evaluación técnica para aprobarlos.

Por las heladas, el Fondo de Emergencia Agropecuaria ya aportó US$ 1,6 millones a los productores. De 1 a 50 hectáreas solo el 10% es reembolsable, y entre 50 y 200 deberá reintegrarse el 25%.

Seguro de paro especial

Por otra parte, unos 2.000 trabajadores de la citricultura se encuentran desde setiembre pasado en el seguro de paro especial que aprobó el gobierno del presidente José Mujica por las pérdidas que ocasionaron en junio las heladas en los montes, confirmó Montes a El Observador.

El asesor del ministro de Ganadería explicó que a cambio los trabajadores deberán capacitarse mediante un acuerdo con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional.

En un primer nivel de formación, los trabajadores recibirán capacitación básica sobre fruticultura, con una visión exportadora. Ello abarca conocimientos en salud ocupacional, buenas prácticas, manejo y certificación. En un segundo nivel, los trabajadores recibirán formación específica sobre citricultura, dijo Montes.

Fuente: El Observador