Esta plaga provoca un daño cosmético en la fruta, lo que provoca una reducción comercial de este o simplemente su rechazo.

De acuerdo a lo reportado por la casa de estudios el sistema recibe el nombre de Scalebur® y se venía desarrollando desde 2006, periodo desde el cual se optimizaron los emisores y se estudió la forma y época de aplicación, así como la eficacia del sistema frente a los habituales tratamientos insecticidas.

Los investigadores de la UPV explicaron que este sistema presenta una serie de ventajas respecto a los actuales sistemas de control, agregando que no se trata de un insecticida, sino más bien de una feromona natural, que no deja residuos peligrosos en la fruta ni resulta dañino en su manejo para los agricultores.

“Además es muy específico ya que es una feromona y por lo tanto sólo afecta al organismo diana sin afectar a la fauna auxiliar y sin provocar desequilibrios”, consignó el medio.

Se informó además que los investigadores están estudiando la compatibilidad de este producto con los agentes de control biológico del genero Aphytis.

Cómo funciona

El producto se logró luego que los investigadores desarrollaran dos patentes sobre la utilización de materiales porosos como soporte de semioquímicos.

Basándose en estas patentes se produjeron varios emisores de feromonas y atrayentes de insectos, siendo la principal aplicación de estos dispositivos el control de plagas mediante la “confusión sexual”.

Esta técnica, que consiste en emitir uno o varios componentes de la feromona natural de la plaga de forma controlada, permite que en la atmósfera de un campo haya un concentración de feromonas tal que los machos de la plaga no sean capaces de encontrar a las hembras que emiten la feromona para atraerlos, informó UPV.

“Esto evita las cópulas y por lo tanto la reproducción de la especia, lo que se traduce en una reducción paulatina de la población y por lo tanto el control de la plaga”, reportó la entidad.

Fuente: www.portalfruticola.com