Un ejemplo es la naranja que se vende en las quintas a $0,50 el kilo y en un supermercado a $4,50. El titular de la FECIER (Federación del Citrus de Entre Ríos) Elbio Calgaro dijo a DIARIOJUNIO que “el productor recibe poco y el consumidor lo está pagando muy caro”

El informe revela que una de las producciones más perjudicadas es la citricultura de Entre Ríos, Misiones y Corrientes. La compulsa de precios realizada por los técnicos arrojó como resultado que el consumidor paga 3,50 pesos por kilo de mandarina con una diferencia de 1.300 por ciento sobre lo que recibe el productor, que es 0,25 pesos por kilo. En tanto que por la naranja por el productor recibe $0,50 y el consumidor paga en góndola $4,50, un 800% superior entre ambos extremos.

Calgaro explicó que no sólo afecta a la citricultura sino también a la producción de frutas como peras y manzanas que se cosechan en otras provincias. En tal sentido, recordó que en una reciente reunión en el Congreso de la Nación, dialogando con legisladores de diferentes provincias, Miguel Pichetto, senador de Río Negro (donde se cosechan peras y manzanas) les preguntaba porqué se les pagaba $ 0.50 el kilo de manzanas a los productores cuando ese kilo multiplicaba su precio en las góndolas hasta llegar a los $ 9 o $ 10.
El titular de la Fecier explicó que es lo mismo que sucede con la mandarina. Un productor recibe entre $ 0,15 y $ 0,20 por kilo y en las góndolas, incluso de negocios ubicados en ciudades entrerrianas, cuesta $ 5 o $ 6. “Son algunas de las cosas para las que no encontramos respuestas”, reflexionó.

Calgaro dijo que el gobierno nacional tiene que indagar donde se encuentra el desfasaje. “El productor recibe poco y el consumidor lo está pagando muy caro”, señaló. “Yo no sé donde queda la diferencia, se donde no queda que es en el productor primario que es el más afectado”, argumentó.
Más adelante, dijo que los productores deben hacer “malabares” para que le cierren los números. “Pero en algún momento esto se va a cortar. Estamos muy preocupados. El gobierno va a tener que mirar que es lo que está pasando porque si se caen las economías regionales, se cae la vida de los pueblos del interior”, explicó.

Otro de los temas abordados en el Congreso fue la necesidad de que incluya mayores porcentajes de jugos naturales en las bebidas gaseosas y los jugos artificiales. Calgaro recordó que en algún momento la citricultura estaba identificada con una bebida naranja. “Hoy esa bebida prácticamente no tiene nada de naranja”, señaló. Por ello pidió a los legisladores que eludan las presiones de las multinacionales y apoyen la inclusión de más fruta fresca en las bebidas que se ofrecen en el mercado interno.
 

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